Pintar... nada me gusta más que hacer: Fernando Reyes

Por Roberto PELÁEZ

No recuerda con exactitud qué día llegó a Las Vegas, “lo que sí sé, dice, es que traía un montón de pinceles, hojas en blanco, y un deseo enorme de pintar, darme a conocer... venía de California”, apunta.

“Sí, dejé atrás California, a estas alturas creo que sólo eché en una mochila mis sueños y lo que le dije antes; primero anhelaba ser conductor de programas, narrar caricaturas, y sin dudas hubiera seguido por ese camino de no ‘toparme’ con un dibujo de la ‘Capilla Sixtina’, la obra colosal de Miguel Ángel, y me dije: Oh, lo que el arte puede hacer”.

Limpia los pinceles en un pedazo de trapo que una vez fue blanco, y continúa: “los principios son loma arriba, usted sabe, y mis padres son de Jalisco, señala, ha escuchado la canción ‘Jalisco no te rajes’... “ No, le digo, y usted ha escuchado ‘La Guantanamera”. Nos reímos.

“No crea que tengo mala memoria, dice, pero ahora mismo no sé cuántos cuadros he pintado en Las Vegas, de seguro más de mil, a veces veo mis murales por diferentes lugares... lo importante es hacer, eso es lo que más me gusta, trabajar, embarrar por todas partes, complacer a los amigos, y ayudar, me agrada eso de ser voluntario”, asevera.

“Soy voluntario en el Festival del Libro de Las Vegas, estoy ahí hace dos o tres años, la paso muy bien, entre pintores, diseñadores, pinto a la gente que pasa, algún retrato, pero sobre todo ayudo en lo que hace falta.

“No soy pintor de escuela, ojalá, aprendí solo, mirando fotos en revistas y libros especializados, a ratos llego a la conclusión de que tengo hambre de aprender; me fijo en los estilos de los clásicos, me pregunto cómo pudieron hacer todo eso que nos deslumbra, y siempre llego a la misma conclusión: haciendo, trabajando.

“Pongo todo mi empeño en hacerme de un estilo, quela gente, aun desde lejos, vea un cuadro, un mural, un cartel, y diga, ‘eso lo pintó Fernando, un tipo que vino de California loco por pintar’; por otro lado no me gusta el encasillamiento, siempre trato de zafarme de él, deambulo por ahí, pintando, pero siempre vuevo a lo clásico, a la influencia griega, que para mi es como una novia con la que me llevo bien, o trato.

 

“Sabe, quiero pintar un mural en Plaza Escobedo, es un lugar al que va mucha gente, creo se vería muy bien, y las personas se pararían a mirar, eso me gusta, pintar delante de la gente, no sé porqué... siempre es interesante platicar”.

 

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