Una noche con Silvio Rodríguez en “Luces de Bohemia”

Por Roberto PELÁEZ

Que la tierra no te bese los pasos...

‘Puro Silvio’ fue el sugerente nombre del evento del sábado 13 en el local que ocupa ‘Luces de Bohemia’, una velada íntima, llena de poesía, canciones, aplausos y recuerdos, en que la nostalgia dio la nota prominente.

Con la amena conducción de la poetisa Xinia Estrada y la licenciada en español y literatura Maritza Maldonado, las casi tres horas dedicadas a la vida y obra del cantautor cubano Silvio Rodríguez transcurrieron para los presentes sin apenas darse cuenta.

Te doy una canción... como doy el amor

Diana Wilson y Jeff Huang se echaron al público en un bolsillo al ofrecer ‘Óleo de una mujer con sombrero’, sin dudas una pieza todo poesía del reconocido músico cubano, para a continuación, acompañados por todos decir ‘…si alguien roba comida y despues da la vida qué hacer’... 

Con mayoría cubana en el público, además de mexicanos, salvadoreños, costarricenses, guatemaltecos, salieron a relucir anécdotas, aspectos de la vida de Silvio, sus amplísima discografía, además de nombres como Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, entre muchos otros.

‘Si no creyera en la locura de la garganta del sinsonte’

No sé como me atrevo a cantar las canciones de Silvio, a acompañarme de la guitarra, es muy difícil, dijo Tony Germán, pero salió airoso del reto, mientras una treintena de personas tarareaban cada una de las canciones. Los recuerdos se desbordaban. 

‘Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos’

Alguien habló de los conciertos en la escalinata de la Universidad de La Habana, los primeros amores, letras y poemas de Silvio que resisten el paso del tiempo. Cómo olvidar.

¿Quién fuera Lennon y McCartney?

Estrada agradeció la presencia del maestro Juan De Varela, un pintor mexicano con muchos años de experiencia, quien obsequió un cuadro suyo para que fuera subastado. Luego llamó a Mapy Durán y Roberto Peláez, a quienes entregó reconocimientos por su labor en apoyo a la educación y la cultura hispana en Las Vegas.

‘Yo soñé con aviones que nublaban el día’

El mexicano Nelson Terán, silviofilo desde que era un niño, complació a todos y cantó una veintena de canciones, de esas, de las imprescindibles... ‘Ojalá’, ‘Pequeña Serenata Diurna’, ‘Unicornio’, ‘Sueño con serpientes’, ‘Canción del Elegido’, ‘Desnuda y con sombrilla’, ‘La gota de rocío’, ‘Por quien merece amor’...

Tal vez nunca habían interrumpido a Terán con tantos aplausos ni lo habían acompañado tantas voces.

 

Quedó en los presentes el deseo de seguir, literalmente hasta el final, de escuchar, recordar, y Xinia se despidió con una promesa: ‘pronto dedicaremos una noche a las canciones de Pablo Milanés’. Fue como si ‘sembrara’ un anhelo... que los días pasen raudos. Nos vemos, para escuchar y cantar.

 

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