Cambia migración mexicana hacia EUA por situación en frontera

Las características de la migración mexicana en Estados Unidos han cambiado en los últimos años como consecuencia, en gran parte, de la criminalización de que es objeto en la frontera común, señaló la investigadora Sara María Lara Flores.

La especialista planteó que mientras antes los migrantes sabían que aun cuando en el cruce ilegal por el desierto o el río arriesgaban su integridad, una vez del lado estadunidense encontrarían a sus familiares o conocidos y podrían trabajar y ganar dólares.

Luego mandarían dinero y, eventualmente, regresarían para ver a su gente y después volver a cruzar. Sin embargo ahora la criminalización de que son objeto en la frontera obstaculiza ese proceso.

En la actualidad, expuso, “lo que se advierte son personas atrapadas allá, que no pueden viajar a su lugar de origen porque saben que al hacerlo no regresarán al territorio donde se ubican”.

La coordinadora del Seminario Migración México-Canadá-Estados Unidos, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM destacó que los migrantes se convirtieron en una de las principales fuentes de divisas del país, después del petróleo y el turismo, y en algún momento se colocaron como la primera, aunque las crisis de la Unión Americana han provocado su estancamiento o caídas drásticas.

En relación con la migración femenina, planteó que históricamente era un aspecto del fenómeno, cuyo propósito era alcanzar al esposo, al papá, al compañero o a la familia.

Conocida como “migración de reunificación familiar”, a partir de los años noventa se evidenció que ellas se iban de manera autónoma, “aunque los porcentajes no han llegado a igualar a la masculina”.

Ahora bien, mientras los argentinos o chilenos se contratan en plazas calificadas, la mayor parte de mexicanos en el país vecino ocupa los empleos de más baja calificación.

En cuanto a los jóvenes, la investigadora consideró que es una aspiración social. “En nuestras entrevistas de trabajo de campo a niños de primaria se ha visto que al preguntar qué desean ser cuando crezcan, la respuesta es: trabajar en Estados Unidos”.

Es el objetivo de muchos jóvenes del medio rural. Desafortunadamente, hoy ese sueño no puede hacerse realidad porque no tienen esta posibilidad, pues saben que migrar es peligroso.

Ahora los encontramos como jornaleros agrícolas en la pizca de la manzana en Chihuahua, de la uva en Sonora y de las hortalizas en Sinaloa y Baja California.

Respecto al cambio del destino por la clausura de la frontera estadunidense, Lara Flores lo consideró otro escollo, pues tener como punto de llegada a Canadá depende de los bolsillos y de la preparación de la gente.

“Quienes cruzaban el desierto para ir a la Unión Americana no pueden hacer lo mismo para Canadá. La única alternativa es inscribirse en los programas de trabajadores agrícolas temporales o de baja calificación”.

Esa nación recibe, por la vía de esos programas, entre 17 y 18 mil mexicanos al año. “Creo que puede aumentar, pero el problema es que también hay otros países que compiten para enviar a su gente, como Guatemala, Honduras y Nicaragua. Ese es el panorama”, mencionó. México (NOTIMEX)

 

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