Panamá cierra este 2023 marcado por la agravada crisis migratoria: este año se ha batido el récord de medio millón de migrantes en tránsito por el Darién, la selva que comunica el istmo y Suramérica, una cifra que duplica el registro del año pasado y abarca marcado un aumento de menores.
Según cifras de las autoridades panameñas, hasta el pasado miércoles 20 cruzaron por el Darién 513 mil 782 migrantes, de los cuales la mayoría son venezolanos (326 mil 589), seguidos de ecuatorianos (56 mil 328) y haitianos (45 mil 628) con el objetivo de llegar a EE.UU.
La violencia y las condiciones socioeconómicas de sus países de origen son el principal impulso para atreverse a cruzar a pie la mitad del continente y el Darién, una mortal selva plagada de peligros naturales y la presencia de grupos armados, a pesar del endurecimiento de las restricciones migratorias en la región este año.
Es el caso de Segundo Muela, un ecuatoriano de 35 años, que ante la falta de empleo y casos de violencia en Ecuador decidió poner rumbo a EEUU con su esposa y sus dos hijos.
“La familia nos motivó a salir por la falta de empleo (y) la inseguridad de Ecuador (...) por todo te piden vacuna (extorsión) ... son mafias que por cualquier cosa quieren cobrar. Por la seguridad, dicen, pero es mentira”, cuenta”.
Este 2023 “ha sido un año en que se ha batido un récord. Han pasado más de 100 mil niños, niñas y adolescentes, de ellos el 50 % son menores de 5 años”, dijo la experta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Johana Tejada López.
La mayoría de las familias que migran proceden de Venezuela, Haití, Ecuador y Colombia, tuvo a bien detallar la experta en el albergue de Lajas Blanca que, al igual que en Bajo Chiquito, es escenario de esa situación con muchas familias con niños. Metetí (EFE)
