Migrantes mexicanos encabezan huelga en lavado de autos de NY

Por Maurizio Guerrero. Corresponsal

 

 

Nueva York, 10 May (Notimex).- Migrantes mexicanos encabezan la huelga que desde hace cuatro días mantienen los trabajadores de un lavado de autos del barrio de Flushing, en el condado neoyorquino de Queens, con el objetivo de evitar que empeoren sus condiciones laborales.

 

 

Los mexicanos forman para de los 20 empleados, todos ellos migrantes provenientes de América Latina, que han declarado la huelga en el negocio Main Street Car Wash, antes conocido como Jomar Car Wash, que es parte de un red de cinco establecimientos de lavado de autos de los mismos socios.

 

 

Los trabajadores denuncian que el empleador los ha presionado para que firmen un contrato de trabajo que reduciría su sueldo, lo que de manera efectiva recortaría sus ingresos por debajo de los 11 dólares por hora que marca la ley del estado.

 

 

Asimismo, los empleados han denunciado planes para reducir la plantilla laboral y para disminuir las horas de trabajo, lo que amenaza los ingresos que obtienen para mantener a sus familias.

 

 

“No estamos de acuerdo en ninguna de las propuestas, por eso tomamos la calle. No queremos quitarle nada al dueño ni robarle. Queremos solamente lo justo y que nos trate con respeto”, expresó Margarito Pérez, originario de la ciudad de México y vocero de la huelga.

 

 

En entrevista con Notimex, Pérez expresó que los trabajadores del lavado de autos han demostrado que son “honestos y responsables”. Pérez, quien emigró hace 16 años a Estados Unidos, lleva cinco años de trabajo en el negocio de lavado de autos; otros de sus compañeros suman hasta 15 años.

 

 

Mientras tanto, Miguel Pineda, originario del estado de Puebla, aseguró que los administradores se han negado a reunirse con ellos, y que han rechazado sus peticiones para negociar el contrato.

 

 

Miriam Bolaños, representante del sindicato Retail, Wholesale and Department Stores Union, al que pertenecen los empleados del negocio de lavado de autos, precisó además que el contrato que los empleados han sido presionados a firmar contempla pagar los mismos salarios durante tres años.

 

 

Estos violaría una ley aprobada el año pasado en el estado de Nueva York que contempla aumentos graduales del salario mínimo de los trabajadores. Para el 2018, los trabajadores de la ciudad de Nueva York deberán ganar 15 dólares por hora.

 

 

“Ellos mismos no pueden sobrevivir con esos sueldos por debajo del salario mínimo, además de que muchos tienen que mantener a sus familias en sus países de origen. No les ajusta”, declaró Bolaños a Notimex.

 

 

La representante argumentó que el contrato propuesto por la administración del lavado de autos pretende arrebatar los logros laborales que los empleados han conquistado en los tres años recientes.

 

 

El administrador del negocio, Fernando Mgalhaes, no ha respondido hasta el momento las peticiones de Notimex para ofrecer su punto de vista sobre la huelga.

 

 

El sector de los lavados de autos en Nueva York es uno de los más peligrosos y más proclives a la explotación de empleados, de acuerdo con el organismo civil Wash New York, compuesto de una coalición de organizaciones sociales de la ciudad.

 

 

En un investigación conducida en 2015 mediante entrevistas con 89 trabajadores de 29 negocios de lavado de autos en Nueva York, Wash New York reveló “un maltrato generalizado a los trabajadores”.

 

 

Entre los abusos destacaban que más del 71 por ciento de los empleados laboraban por lo menos 60 horas a la semana, con algunos trabajando hasta 105 horas semanales. Asimismo, 75 por ciento de los trabajadores no recibió ningún tipo de pago por horas extras.

 

 

El informe asentó que además de recibir “un salario crónicamente bajo, la fuerza de trabajo en gran parte inmigrante que trabaja en el sector de lavado de autos de la ciudad de Nueva York es sometida a condiciones de trabajo extremas”.

 

 

En ese sentido, los empleados del negocio de lavado de autos de Main Street resaltaron en una hoja informativa que sus superiores los presionan constantemente a apresurar sus labores, lo que conduce a accidentes.

 

 

Asimismo, indicaron que su trabajo los expone de manera rutinaria a sustancias químicas peligrosas, sin que ellos obtengan una adecuada protección ni capacitación para manejarlas.

 

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