Política migratoria de Estados Unidos divide a legisladores y activistas

El despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur para detener la migración centroamericana dividió posturas entre legisladores y activistas de derechos humanos.

En entrevistas por separado, el diputado Benjamín Robles Montoya, del Partido del Trabajo, sostuvo que la Guardia Nacional “estará baja la lupa” en cuanto al respeto a los derechos humanos de los migrantes que lleguen a México.

Ese cuerpo de seguridad, aseveró, no es un peligro para los migrantes, pero “la clase política estará muy al pendiente de sus acciones”, y defendió la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador en el tema migratorio.

Advirtió que lo que es un peligro es no actuar en contra de la delincuencia, y más aún contra las bandas de “polleros” que trafican con hombres, mujeres y niños que cruzan el país.

La diputada Martha Tagle, de Movimiento Ciudadano, externó su preocupación de que la Guardia Nacional sea el cuerpo encargado de controlar el paso de los migrantes, al considerar que con esto se convierte en el muro del presidente estadounidense Donald Trump.

Por su parte, Francisco Javier García Ramírez, representante de la asociación civil Equidad y Género, advirtió que las mujeres y niños que vienen en los flujos de migrantes son más vulnerables a sufrir toda clase de violaciones a sus derechos. 

 

Por otro lado el presidente estadunidense Donald Trump se salió con la suya sobre que México iba a construir y pagar el muro fronterizo. No será de piedra, pero México completo es el muro para detener la migración centroamericana, con cargo al erario, subrayó. México (Notimex)

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