“Ordenan” deportar al procurador de justicia de Nevada

Por Valdemar GONZÁLEZ

A mucha gente en Nevada le interesa el tema de migración, que se haga una reforma o que por lo menos se pongan a funcionar el DACA ampliado y el DAPA. Pero hace poco, mientras la mayoría de esa gente durmió en sus camas y el día siguiente fue normal incluido su entretenimiento con los deportes o las telenovelas), un grupo de activistas viajó de noche en autobuses a Carson City para presionar por un arreglo migratorio y que se protejan los derechos de los trabajadores.  

La movilización “fue histórica porque nunca antes se había bloqueado la calle principal en protesta. Fuimos unas 200 personas y creo que tuvimos un impacto fuerte”, afirmó el activista José Macías, uno de los líderes.

De acuerdo con Macías y con Miriam Martínez quien también participó en el viaje, el pasado 11 de marzo en la capital de Nevada se concentraron grupos de personas para protestar contra el procurador de justicia estatal Adam Laxalt, y luego se reunieron con miembros de la legislatura. La movilización fue organizada por la agencia civil PLAN (Progresive Leadership Alliance of Nevada) e incluyó dos autobuses llenos procedentes de Las Vegas, uno de Reno más otras personas que viajaron desde diversos puntos del estado y de la nación. 

Viajaron martes por la noche y el miércoles 11 por la mañana protestaron frente a la aoficina del procurador Laxalt; pidieron hablar con él y al no poder verlo le dejaron la “orden de deportación” simbólica, escrita en un cartón grande. 

Luego durante unas dos horas un grupo de unas 10 personas bloqueó la calle Carson, la principal avenida a la altura donde están las oficinas de la procuraduría y del poder legislativo, ante la vigilancia de la policía, la observación de los medios de comunicación y de gente que pasaba por el lugar. No hubo arrestos. 

La movilización estuvo protagonizada por niños, jóvenes y adultos portando carteles y lanzando consignas como “paren de separar familias”; fueron acompañados por mariachi tocando y madres de familia rezando. 

Después del medio día, por grupos pequeños se entrevistaron con senadores  y asambleístas. José Macías y Miriam Martínez estuvieron en el grupo que habló con el senador Mo Denis a quien le pidieron que cuidara los beneficios y derechos de los trabajadores; que se incremente el salario mínimo a 15 dólares, porque hay muchas familias que perdieron sus empleos y ahora dependen de los hijos que ganan el mínimo; que apoye la educación y a los dreamers. Algo similar hicieron otros grupos, como el que integraba Astrid Silva que habló al senador Roberson. 

El senador Rubén Kihuen dijo apoyar la causa y caminó con la protesta en la calle.

En una sesión pública dijo que apoyaba la no separación de familias, que estaba con la comunidad indocumentada y que sí se debe aumentar el salario mínimo.

Fue un día histórico expresó José Macías, quien estimó en unas 200 personas los grupos, y porque hubo otras agrupaciones que protestaban con motivos específicos como el aumento al salario y la defensa de los derechos laborales, y otro dedicado a la naturaleza. 

El Mundo preguntó a Macías qué resultado había quedado al final de la movilización.  “La gente ahora habla más de eso, dijo. Más personas se unieron al movimiento y se ve que sí se puede hacer algo y que su voz sí se escucha. La gente que se opone a resolver (el tema de migración) sabe que se debe hacer algo. El procurador debe reconsiderar su postura y retirar el nombre de Nevada de la demanda contra DAPA y DACA. Debe pensar muy bien si otra vez quiere hacer algo contra migración.

 

Top