Por Roberto PELÁEZ
Jim Crocquett no se anda por las ramas ni adorna sus planteamientos, va directo al grano. Vivo en Las Vegas desde 1952, dice; estudié en la Valley High School y al terminar ésta me fui a la Universidad de Los Ángeles, luego estuve en la Escuela de Leyes de Sacramento, destaca, como si fueran sus credenciales.
Al graduarme, apunta, me parecía una buena idea no trabajar para alguien y abrí mi propia oficina, entre 1974 y 1979. Actualmente soy abogado de juicios en la Corte del Distrito, y considero tengo la experiencia y calificaciones que avalan mi aspiración de ser juez de esa misma corte.
Ser abogado por 40 años se dice fácil, pero eso conlleva una dosis considerable de sacrificio, de conocer casos diferentes, adentrarse en las leyes, es dedicar una vida entera a lo que estudié... la experiencia es un arma de inestimable valor en todas las profesiones, más aun en derecho, subraya.
Sin embargo no se trata solo de experiencia, de años acumulados en esta actividad, ahí están también mis calificaciones de A y B, no por gusto estoy enlistado como abogado prominente... en mi caso, más que mi dedicación, las calificaciones hablan por mi y dejan bien sentada la consagración, afirma.
Son los años en Las Vegas, mis estudios, la experiencia en la Corte, los que me permiten conocer de cerca a la comunidad hispana, considero que es un privilegio tratar con los hispanos, son gente muy trabajadora, dice, que vino para salir adelante y ayudar a sus familiares; se trata de un sentimiento de apego que no podemos pasar por alto, muchas veces encuentra obstáculos, la barrera del idioma, pero nada de eso los detiene, indica.
Lo anterior, abunda, no es porque estamos en campaña y quiero conseguir el voto de los hispanos en las primarias del próximo junio, o en las generales de noviembre, es que sencillamente conozco bien a los hispanos, tengo muchos clientes de este grupo étnico que ya no me sorprenden, precisamente porque los conozco, si embargo su empeño en el trabajo, la constancia, el deseo de avanzar, los caracteriza; ya vemos que comienzan a ser mayoría en la escuela, se percataron que los mejores salarios, una vida mejor para ellos y sus familiares dependen de los estudios y las calificaciones, de la preparación.
Cuando se trata de mencionar a un hispano que lo haya impresionado o que de alguna forma haya dejado influencias en él, Crockett no lo piensa mucho y expresa: Siento admiración por César Chávez, fue un líder de los trabajadores agrícolas, luchó por lo que consideraba justo, incluido las mejores condiciones de trabajo; personalmente estoy convencido de que se adelantó a su época, afirma.
El abogado también deja sentado que es partidario de la reforma migratoria, debe alcanzar a los indocumentados que ya están aquí, y si cumplen los requisitos pueden tomar el camino a la ciudadanía, sentencia.
