Abogado Stephen Reid y los más necesitados... Siempre con una ayuda a tiempo

Por Roberto PELÁEZ

La generosidad no necesita recompensa... se paga a si misma

“Nada me hace más feliz que pasar tiempo con mi pequeña hija y ayudar a las personas más necesitadas, a las que no tienen nada”, asegura el joven abogado Stephen Reid, y añade, “prefiero tenderles la mano dos veces al año a los homeless, cuando llega el intenso calor y en esta época de frío... creo es cuando más falta hace”, agrega.

Con 32 años, los últimos cinco en Las Vegas, Reid estudia leyes en Inglaterra, es de una plática fácil, sonríe con frecuencia como quien está en paz consigo mismo y tiene la generosidad como algo prioritario.

“Colecto jackets, cobijas, calcetines, y me voy, a veces solo, otras con mi hija, y la mayoría pues voy con personal de mi equipo de trabajo hasta cerca de la Main y la Owens, subraya, es un área donde hay muchos homeless, y entregamos nuestra ayuda... hay que ver los ojos de la gente cuando recibe alguna cooperación, es algo difícil de explicar, pues por otro lado uno siente algo por dentro, como una satisfacción.

“Veo a personas mayores o de la llamada ‘tercera edad’, que ya no pueden trabajar, y sé que una ayuda les viene bien, más por estos días de intenso frío, reciben a tiempo calcetines para sus pies, una cobija, una hamburguesa caliente, papas fritas... para mi significa algo en el aspecto espiritual, sin embargo no tengo dudas de que para los necesitados significa el doble”, remarca.

“Se alimentan los homeless, se cubren del frío, evitan enfermedades, y llevo a mi hija para que conozca que hay pobreza, gente necesitada, y que significa el valor de tener para dar, a veces ella escucha cuando me dan las gracias, me estremece”, externa; “creo que a los niños hay que enseñarles de generosidad, de ser solidarios con quienes tienen menos o sencillamente no tienen nada y una ayuda, tenderles la mano puede en ocasiones salvarles la vida”. 

Yesenia Pastrano pertenece al equipo de trabajo del abogado Reid, viene de California, y destaca: “siento un orgullo tremendo, admiro al doctor, su sensibilidad... no todos los que tienen posibilidades se van a los barrios de homeless a llevarle comida, ropa; quienes conocemos a Reid sabemos que hace estas acciones de corazón, a cambio de nada, es admirable trabajar junto a él”.

El entrevistado, que también es un apasionado del boxeo, observa en su teléfono algunas fotos, y continúa la conversación: “desde hace tres años hago esto, les entrego a los homeless agua fría durante el verano, que es muy fuerte, con temperaturas por encima de 105, 108 y 112 grados, muchos no tienen donde protegerse del calor, y deben hidratarse para no enfermarse.

“Y por estas fechas los desprotegidos extrañan una cena, necesitan una cobija, comida caliente, agua, cubrirse los pies; creo que brindamos una ayuda oportuna... compramos las hamburguesas; me hace feliz poder ayudar, más aun en medio de una situación difícil”, comenta Reid con el rostro serio, y me llena de orgullo que varias personas de la oficina me acompañen.

 

También patrocina las clases de computación gratis que se ofrecen dentro de Plaza Escobedo, “hoy es muy difícil conseguir un trabajo si no dominas la computadora, y lo hago con gusto, ayudamos a mucha gente... y nos satisface que así sea”, concluye.

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