Por Roberto PELÁEZ
“La mejor estrategia con que contamos para mitigar el Covid 19 es vacunarse, tal y como afirman los médicos”, destacó Jesús Jara, superintendente del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD) en la más reciente reunión de la Junta Directiva, y agregó: “No estoy pidiendo autorización para las vacunas de los estudiantes... la planificación lleva tiempo, el desarrollo de los procesos también lleva tiempo, y sabemos que esta pandemia no espera, ha causado ya bastante dolor”.
En dicha reunión los integrantes de la mencionada junta autorizaron la inmunización, con carácter obligatorio, específicamente para los empleados; a pesar de lo intenso y extenso del debate, el plan como tal depende -aún- de negociaciones con varios grupos de trabajadores. Dicho de otra forma, sobre el tema no se ha dicho la última palabra, el mandato como tal tiene detractores o gente que se opone.
Tras el inicio del actual año escolar el CCSD reportó más de mil 400 casos positivos de Covid 19, entre estudiantes y personal; no ha trascendido información relacionada con personas en cuarentena.
Respecto al requerimiento de la vacuna para los empleados, la votación fue de cinco votos a favor y uno en contra. Entre los argumentos salieron a relucir inquietudes, preocupaciones, además, no faltaron razones médicas.
El Condado Clark enfrenta una significativa transmisión del Covid 19, aunque es justo consignar que en las últimas semanas ha descendido la llamada tasa de ‘positividad’ hasta el 11 por ciento, y no sería erróneo precisar que en ello incide el número de personas que acuden a obtener las respectivas inmunizaciones.
Alrededor de un centenar de personas hicieron comentarios públicos relacionados con el mandato de las vacunas, esgrimieron ‘libertadores personales’, el respeto a sus derechos, las creencias religiosas, sus temores, entre los diferentes aspectos que salieron a relucir. La mayoría de los oradores hicieron valer su negativa vinculada a cualquier mandato sobre las inmunizaciones.
Integrantes de la llamada Asociación de Educación del Condado Clark y de la organización que reúne a Administradores Escolares y Empleados Profesionales Técnicos del Condado Clark tuvieron a bien apuntar que una incorrecta implementación del mandato sobre las vacunas podría empeorar lo concerniente a la fuerza de trabajo, afectada ya por reducciones de personal, y posibles renuncias ante el mandato.
La asistente del abogado general del CCSD hizo una intervención dirigida salomónica al indicar que esas preocupaciones no deben cobrar fuerzas, sobre todo porque se trata de un proceso que se presenta y poner en vigor al momento, se trata más bien bien de algo paulatino, que debe analizarse, sopesarse, e inclinarse por lo que sea mejor.
Personal del Distrito Escolar externaron que se deben redactar memorandos en correspondencia con los diferentes grupos de negociación de empleados, y que cualquier plan que contemple la vacunación obligatoria incluiría un proceso para solicitudes de exención, entre las que se pueden considerar circunstancias o indicaciones médicas -siempre documentadas- o creencias religiosas.
Lamentablemente en algunas de las reuniones para analizar el uso de las mascarillas o este peliagudo tema de las vacunas, se han suscitado discusiones, improperios, y algunos de los participantes se han sentido inseguros.
“Más que ofendernos, lo cual está fuera de lugar, debemos ser capaces de sostener debates como personas civilizadas, de manera que podamos centrarnos en la razón de ser de dichas reuniones, ver estos asuntos con transparencia, si las mascarillas y vacunas protegen”, destacó Felipe Bosch.
