Aumentan cifras en NV... Hacer lo más simple contribuye a evitar contagios

Por Roberto PELÁEZ

Qué difícil resulta escribir estas líneas, es una de esas ocasiones en que no valen de mucho los años de experiencia, el amor a la profesión, sencillamente porque duele muy profundo... cómo escribir, sin estremecerse que quizás cuando tenga este periódico en sus manos ya el maldito coronavirus se haya cobrado alrededor de un centenar de vidas en Nevada. Duele.

Y lo que es peor, los expertos aseguran que las próximas dos semanas van a ser terribles... ojalá se equivoquen.

No resulta exagerado decir que muchos hombres de ciencia, en diversas partes del mundo, andan casi al galope en busca de la vacuna, el medicamento que permita encarar con éxito esta pandemia que azota sin reparar en nada.

La calamidad es tal que uno lee -con cierta cuota de aliento- las noticias que hablan de un día, de dos, con menos fallecidos, que bueno, gritamos, esperamos que las cifras disminuyan aun más, que la curva del coronavirus, de su contagio, vaya en descenso.

Entonces vuelven a golpearnos los números en el Reino Unido, en Nueva York, en Nueva Jersey, en Nevada, y como muchas personas (en todas partes del mundo), elevamos los ojos al cielo. A instancia mundial anda ya por 89 mil personas fallecidas, Estados Unidos más de 17 mil, y Nevada alrededor o más de 80.

Se ha escrito tanto de esta pandemia, desde fines del año pasado a la fecha, el coronavirus se ha apoderado de los titulares, sin reparar en el medio de prensa, el idioma, el lugar, sin embargo no ha podido mellar la voluntad del hombre, esa a la que nos aferramos cuando nuestra vista tropieza -una vez más- con las cifras de fallecidos, de contagiados, de hospitalizados o enfermos en casa.

Claro que también salen a relucir las miles de personas que con tristeza contemplan cerradas las puertas de sus respectivos centros de trabajo, las escuelas cerradas... pero la tristeza no puede ganar esta partida, por mucho daño que el hombre haya causado a la naturaleza -de lo que nunca se arrepentirá bastante-, por mandatarios que andan con tibieza y adoptan medidas con la soga al cuello. No. La fuerza de voluntad, el deseo de vivir se van a imponer.

Mientras tanto, no descuide las indicaciones de las autoridades, estoy seguro que nadie dispone a gusto el aislamiento social, que las escuelas cierren sus puertas, pero es lo más sensato, y es preciso cumplir al pie de la letra, cuidarse por encima de todo, y el cuidado va más allá de las medidas de higiene.

En estas mismas páginas hemos reiterado la importancia de no descuidar ni por un momento el sistema inmunológico, lo relevante de alimentarse sano, de tomar vitaminas, de dormir las horas necesarias, de hacer lo posible por desterrar el estrés, dar el ejemplo a todos en casa.

Una vez más, urge adoptar una postura responsable, hacer lo que cada uno tiene que hacer... si no es indispensable, no salga a la calle, ni al trabajo, ni a la escuela, ni a las áreas públicas, menos aun utilizando el transporte público.

Es suficiente, por el momento, que personal médico, oficiales de la policía, bomberos, reporteros, trabajadores de centros esenciales, tengan que salir de casa, dejar atrás a la familia, para cumplir sus respectivos deberes. Mejor, permanezca dentro de su apartamento, de su casa, platique, motívese, ponga en practica muchas ideas, involucre a sus familiares, pero quédese en casa. No aprenda de la peor manera.

 

Lávese las manos con jabón, manténgase informado, háblele con claridad a sus hijos, sin tendencia a crear el pánico, no almacene cubreboca, tenga a su alcance agua y alimentos no perecederos. Recuerde, no entre en pánico, las noticias hablan del aumento de personas afectadas, pero usted debe mantener la calma, seguir las indicaciones, no por simples menos importantes, esa es la mejor manera de protegerte tú y tu familia, la comunidad, el estado, el país y el mundo. Que cada cual haga lo que corresponda, de manera responsable. No a la negligencia. Las palabras de orden son: cumplir las medidas de autoprotección y aislarse. Es un imperativo.

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