Cambio climático... ¿un problema de percepción?

Por Roberto PELÁEZ

Con más de 25 años de experiencia, graduado en ingeniería ambiental en la Universidad Nacional de México, el doctor Erick Bandala es de hablar pausado y muy bajo, sin embargo cuando habla de temas que le apasionan, preocupan y ocupan, pues literalmente pone el dedo sobre la llaga.

Habla del agua del río Colorado, de su tratamiento para que la comunidad consuma un líquido de calidad, de los componentes que no se le pueden quitar al agua en el afán de hacerla cada vez mejor, y del nanómetro, de materiales nanoestructurales muy pequeños, precisa.

Habla bajo, pausado, sólo que cuando se refiere al agua, al medio ambiente, entonces el entrevistado no tiene cuando acabar. Es importante tener conciencia de lo que ocurre y de lo que nos corresponde hacer para entregar un habitat mejor a las actuales y futuras generaciones, asevera.

Este es un tema medular, agrega, de mucha importancia, pero también pasa por la percepción; tenemos que hablar del trabajo para conservar, preservar cuanto tenemos.

Preocupación por lo que ocurre, por lo que vemos.

Mucha, responde, sin embargo está ahí, latente, lo relacionado con la percepción; los científicos monitorean, siguen atentamente el comportamiento de la temperatura, cambian las altas y las bajas, con la consiguiente incidencia en muchos aspectos incluida la salud y todo lo que nos rodea, significa.

Pues bien, prosigue, los expertos hacen su labor y muestran las cifras, aquí están -dicen-, en los últimos años hay una variación de entre 3 y 4 grados la alta, y eso es algo considerable, a tener en cuenta.

Entonces viene lo de la percepción, añade, hay personas que no ven las cosas como las vemos o apreciamos nosotros... miran, escuchan, hablan, y concluyen: yo no lo veo así.

El presidente Donald Trump ha dicho más de una vez que no cree en el cambio climático, y no faltan quienes aseguran que es 'un cuento de los chinos'...

En este sentido, señala el doctor, prefiero valorar las consideraciones de los científicos, analizar los datos que ofrecen, ver los cambios que se suceden... de eso se trata, y que cada uno saque sus propias conclusiones; conviene tener en cuenta que en este barco estamos montados todos, mis hijos, mis nietos, los suyos, los de aquella persona, todos, sin excepción, sostiene.

 

Mire, continúa, tal vez no podamos hacer mucho, quizás las personas que pueden tomar decisiones tienen otra percepción, pero se impone hacer algo, dejar constancia de los estudios, las pruebas, las cifras, aunque sea solo para que las futuras generaciones no tengan que comenzar  sus investigaciones desde cero, dispongan de un punto de partida... y por otro lado prepararnos para que las cosas por venir, más tarde o más temprano, no nos tomen de sorpresa.

 

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