Casi tres décadas después... Cuando se impone el amor

Por Roberto PELÁEZ

 

Bertha y Augusto volvieron a encontrarse. Dicho así pudiera ser algo baladí, sin mucha importancia. Pero, entre aquella despedida y el reciente encuentro pasaron ¡casi tres décadas!

La voz del amigo Juan Robledo se deja escuchar del otro lado del teléfono: Roberto, ¿el Augusto que mencionas en el periódico es cubano, poeta, llegó a Las Vegas por los años 90?

Respuesta afirmativa. Y la voz de Robledo vuelve: Entonces tiene que ser ese mismo. Él es la persona que mi mamá ayudó tanto y quisiera volver a ver.

Otra vez El Mundo desempeña un rol importante para un significativo encuentro.

El pasado miércoles 5 se volvieron a encontrar Bertha Robledo y Augusto Lemus. Quedaban atrás veintitantos años. Afloran los recuerdos.

Allá por los noventa y tantos llega a Las Vegas el poeta e investigador Augusto Lemus. Son momentos duros, difíciles para un inmigrante que lo deja todo atrás, sin embargo una vez más se hacen sentir los ángeles en la tierra. Bertha aparece en la vida del cubano presta a ayudar, a tender la mano, alimentos, ropa, calzado, calor humano salen a relucir, cobran una dimensión especial.

Ella, pese a su avanzada edad, es hoy fiel defensora del medio ambiente, es una de las voluntarias de la organización Chispa, siempre activa. Encontrar a Lemus después de tantos años es emotivo para ambos. Él, por su parte, ha ayudado también a muchos inmigrantes... “Es una cadena de amor, de solidaridad, que no se rompe”, apunta.

“¿Quién me iba a decir que volveríamos a encontrarnos? Se pregunta ella. Aún recuerdo lo bien que te quedaban los pantalones de mis hijos, y como tal te recibí”.

Las dos personas que se conocieron a mediados de los ‘90 se abrazan, conversan, mientras Juan los mira emocionado, y el semanario El Mundo les hace un guiño. 

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