Chiquita Romero... Las líneas que debía a una pequeña-gigante

Ads slider global

Por Roberto PELÁEZ

 

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.  Bertolt Brecht

 

Hace tiempo debía unas líneas a Chiquita Romero, una figura que casi pasa inadvertida en los eventos a los que asiste si o si, dispuesta siempre a ayudar, sin afanes protagónicos, solo por amor a la comunidad.

“Me anima estar junto a la gente, pertenecer a organizaciones que se hacen sentir en favor de la comunidad, estar bien informada”, comenta minutos antes de comenzar la entrega de juguetes en North Las Vegas, actividad para la que madrugó “quería estar para darle juguetes a los niños, ver sus sonrisas”, expresó.

Presente en múltiples eventos, defensora del medio ambiente, se le puede ver en actividades relacionadas con la salud, presentaciones de libros, talleres sobre migración, para evitar fraudes, de apoyo a la educación, por mejores salarios para los maestros...

Con Chiquita Romero, no tengo la menor duda, cobra fuerza esa hermosa frase que destaca: “No hay nada más poderoso que una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a luchar por ello”.

Así, como una abejita, sin el menor ánimo de ‘robarse el show’, hacendosa siempre, Chiquita Romero se hace sentir, se cuenta con ella para apoyar disímiles actividades, ella es de las que dice presente, pregunta, escucha, interviene, consciente de que la mejor manera de decir es hacer.

Sin descuidar las tareas de la casa, a sus familiares, se multiplica, insiste en la importancia de la educación, de la unidad, de la cultura, convencida del buen momento que vive la cultura. Gracias por su ejemplo.

Sirvan estas líneas, a principios de año, para reconocer el desempeño de esta pequeña-gigante y saldar una vieja deuda con esta mujer guerrera, fuerte y valiente, que no cede, no se rinde ante las adversidades.

Muchas gracias Chiquita Romero por su inestimable ejemplo, por su presencia y apoyo a tantos eventos comunitarios, la entrega y el voluntariado que la distinguen. No deje de multiplicarse.

Top