Cierran filas bolivianos del valle

Por Rafael ROMERO

Para nadie es un secreto que corren tiempos en extremo difíciles, se resienten en grado sumo la salud, la economía, muchos trabajadores fueron enviados a casa... y los bolivianos asentados en el valle cerraron filas para enfrentrar el Coronavirus.

Patricia Arce, quien reside hace varios años en Las Vegas, asegura: “Desde la primera intervención del gbernador Steve Sisolak nos propusimos permanecer en casa, evitar la propagación y el contagio, pospusimos todas las reuniones de nuestra Asociación, y comenzamos a saber uno de otro (s) por teléfono.

“Llamo para saber de ti, de la familia, cómo están todos, tienen información de lugares dónde están haciendo las pruebas para el COVId-19... esas eran nuestras pláticas al menos dos o tres veces a la semana”, destaca Arce.

Como se informó oportunamente, el Carnaval Internacional de Las Vegas, organizado por el ecuatoriano Freddy Chávez desde temprano fue pospuesto para el año próximo.

“Justo es decirlo, prosigue Arce, ante este problema de la pandemia nos resulta de mucha ayuda la clínica de nuestro connacional Oscar Toro, muchos acudimos para exámenes, él la brindó de inmediato, aprovechamos ante el menor síntoma, y otros pues acudimos con el propósito de prevenir, que es lo mejor”, expresa.

Por otro lado a principios de año -en febrero- los bolivianos recibieron al equipo de futbol (infantil) de su país, que viajó a Las Vegas para intervenir en el tradicional, y a cada pequeñín se le colmó de atenciones, “como si fuera un familiar”, se pudo conocer.

“Vinieron, sostiene Chávez, procedentes de Cochabamba, deseosos de hacer las cosas bien dentro y fuera de la cancha, poner en alto el nombre del país donde nacieron sus abuelos, sus padres, ellos mismos”, destaca.

“Para nosotros, continúa la entrevistada, es muy importante conocer de los bolivianos que viven aquí, si están enfermos, si perdieron su empleo, sus necesidades, y tal como ayuda Oscar Toro con su clínica, otros connacionales tienen la posibilidad de elaborar alimentos o de donar despensas.

“Llamamos, conocemos de las necesidades de algunas familias, y les llevamos alimentos, nos saludamos de lejos, y dejamos los mandados cerca de la puerta, es una manera de ayudar y como siempre digo, conocer uno de los otros, hasta que pase esta pesadilla y podamos volver a vernos, abrazarnos, reunirnos y organizar eventos”, significa.

Los bolivianos que residen en el valle, por años se empeñan en dar a conocer y promover su cultura, contemplan en el calendario actividades para mostrar platos típicos, danzas, el vestuario que carateriza o distingue cada zona geográfica de aquel país, además de mantener fuertes vínculos de trabajo con diferentes grupos comunitarios.

 

“Nos interesa mucho reunirnos, llevar una vida activa como grupo comunitario, propiciar que venga el consulado móvil, platicar, estrechar las relaciones, precisa Arce, aunque estamos lejos de casa, añade, vivimos en este país y podemos muy bien conocernos más, ser amables, sobre todo en tiempos tan complejos como los que enfrentamos en estos momentos... si por la situación que concoemos no puede ser, pues seguimos llamándonos, mostrando nuestro interés, esa es también una manera de estar cerca”, remarca.

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