Club Social Nicaragüense de Las Vegas promueve y preserva la cultura

Por Rafael ROMERO

Fundado hace alrededor de 10 años, a instancia de los hermanos Rubén (presidente) y Kenneth Ruiz, el Club Social Nicaragüense tiene entre sus prioridades dar a conocer y preservar la cultura del pequeño país centroamericano.

A ellos dos los secundan Nancy Flores (vice presidenta), Juan Pérez, José Ángel Otero, Linda Fornos, y Dany Yemayá, quienes organizan y toman parte en diferentes eventos, tanto de los nicas como los que llevan a cabo otros grupos comunitarios.

Tomar parte en el Carnaval Internacional de Bolivia en Las Vegas, y el magnífico homenaje al insigne escritor Rubén Darío, en el City Hall de North Las Vegas, clasifican como dos de las actividades más recientes en que se han involucrado los integrantes del referido Club.

Dos mujeres nicas, afincadas en Las Vegas hace muchos años, como son los casos de Aurora Guzmán y Rosita Morales, reconocen que “vivimos apegadas a nuestras raíces y tradiciones, no olvidamos ni por un momento nuestra cultura, es más, nos llena de orgullo mostrarla, enseñarla a personas de otras nacionalidades”, afirman.

Guzmán ha formado parte de grupos de danza, de teatro, estuvo inmensa en la puesta en escena de Deborah, obra que presentó en Europa, ha precisado más de una vez que la cultura del país que la vio nacer literalmente vive dentro de ella.

Rubén Ruiz, el Club que lidera, junto a Morales y la propia Guzmán coinciden en que Nicaragua, es una nación de tradiciones y costumbres que pasan de generación en generación, entre ellas sobresalen las expresiones musicales, artísticas y el baile, nuestros platos típicos y la forma de vestir, aseguran.

Hablan con orgullo de Darío, quien es la figura cumbre de la poesía nica (y más allá), aunque hay otros poetas que también han obtenido reconocimiento internacional.

“Estamos lejos del país donde nacimos, sin embargo no podemos perder nuestra cultura, las tradiciones de nuestros padres, por eso considero que todo lo que se haga en función de promover, dar a conocer nuestras raíces, es bueno, comentó Rubén.

Cuando se habla de baile los ojos de Guzmán adquieren un brillo especial “me gusta bailar, dice, me vinculo a diferentes danzas, y me gusta enseñar, transmitir mis conocimientos a niñas y adolescentes para perpetuar lo nuestro; si bien hace muchos años -como Rosita- soy ciudadana de este gran país, llevo con orgullo todo lo que tiene que ver con la cultura nica, sus costumbres y tradiciones”.

Rubén recuerda que llevaron a Los Ángeles a la ‘Gigantona’ (una mujer-muñeca de ocho pies de alto) que baila muy bien “fue una atracción”, destaca.

“Dentro de los bailes que han resistido el paso del tiempo en Nicaragua, dice Guzmán, se encuentran ‘El Palo de Mayo’, que es uno de los más importantes dentro del folklore nica... tiene como objetivo llamar a la vida y a la lluvia para que germinen las semillas y obtener buenas cosechas, que las tierras sean productivas.

“Hay que decir que es un tributo a la diosa africana Mayaya, relacionada con la fertilidad, apunta, tal vez por eso los movimientos sensuales de ‘El Palo de Mayo’, que llaman la atención de muchos”, explica con una sonrisa pícara.

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