Comparten jóvenes hispanos experiencia militarizada

Por Marlene MONTEOLIVO

Jóvenes hispanos estudiantes de la Universidad de Nevada Las Vegas se benefician de estar inscritos en el programa militarizado ROTC. En entrevista con este semanario comparten su experiencia e invitan a que otros se acerquen y aprovechen. 

Las Fuerzas Armadas estadounidenses con ánimo de formar los mejores oficiales egresados del ejército ofrece el programa “Reserve Officers Training Corps”,  mejor conocido como ROTC por sus siglas en inglés. En el sur de Nevada funciona en la UNLV, en colegios y en escuelas preparatorias. 

Tres cadetes de ROTC hablaron para El Mundo: Patricia Mecinas, quien estudia la carrera para rehabilitar a pacientes con huesos rotos o problemas musculares; Jeffrey González estudia Ciencias Políticas y Keishmer Cardoso quien ya está titulado con un Bachillerato en Sociología y a finales de este semestre terminará un segundo título Bachillerato en Justicia Penal.

Los cadetes nos hablaron de su afán de impartir información sobre el programa a las familias hispanas para que sepan que hay maneras de que los estudiantes que se gradúan de la preparatoria pueden obtener una educación universitaria gratuitamente y sin tener que sacar préstamos o sin tener que inscribirse en el ejército de inmediato.

De acuerdo a la página Web del ROTC, éste es un programa con base en las universidades y colegios comunitarios para entrenar a oficiales comisionados  a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Los oficiales egresados del programa salen con uno o más títulos universitarios obtenidos por medio de becas y pueden prestar el servicio militar en todas las ramas del ejército incluyendo la Marina y la Guardia Costera.

De acuerdo al cadete Jeffrey González, “es importante que los estudiantes de la preparatoria hagan la solicitud para becas del programa ROTC uno o dos años antes de graduarse de la High School para tener más probabilidades de empezar el primer semestre ya con la matrícula pagada”.

“Una vez ya en el programa hasta se pueden recibir estipendios mientras que uno asiste a clase, así como me pagan a mí” concluyó González.

“El programa ofrece becas basado en méritos propios para cubrir toda o parte de los gastos de la matrícula a cambio de un contrato de servicio militar después de graduarse”, dijo la cadete Mecinas.

El cadete Cardoso, quien cuenta con 23 años de edad, apuntó que “En lugar de recibir órdenes queremos que esta generación de jóvenes hispanos se convierta en la que da las órdenes, y que se convierta en más de lo que la sociedad cree que somos”, subrayó Cardoso.

Un estudiante podría recibir un entrenamiento competitivo de dos a cuatro años que consta de acondicionamiento físico, teoría en el salón de clase y práctica en el campo, esto diariamente mientras que los estudiantes asisten a clases para estudiar la carrera civil de su preferencia en la universidad.

Una vez que los estudiantes completan sus estudios y el programa de ROTC son ascendidos al rango de  Segundo Teniente en el ejército de los Estados Unidos.

De acuerdo al cadete Cardoso, por lo general la clase empieza con unos 20 ó 30 estudiantes recién ingresados a la universidad. A medida que el programa avanza las clases se van haciendo más pequeñas cada vez y usualmente se termina con solo ocho o diez  estudiantes que completan todo el programa en el último año de estudios para llegar a que se les comisione.

Cardoso también dijo que “desarrollamos habilidades de liderazgo a lo largo del programa para poder liderar a grupos de 30 a 40 personas en nuestros puestos futuros  en el ejército”.

Es importante recalcar que esta es la primera generación del programa con estudiantes hispanos. “Todos tenemos un contrato para convertirnos en oficiales y todos somos hispanos”, acotó Cardoso.

Nos fue obvia la pasión con que los jóvenes entrevistados cuentan su experiencia en el programa ROTC incluyendo a la joven cadete Patricia Vecinas quien dice estar muy complacida por haberse inscrito en el programa. Además dijo que por ser mujer no ha experimentado ninguna clase de discriminación por parte de compañeros o del sistema.

“Todo el programa está diseñado para ser igual en todo para todos tanto hombres como mujeres y no tengo la menor queja”, dijo. “Es más, exhorto a las muchachas a que se inscriban porque es una experiencia muy positiva que nos abre puertas”, concluyó Mecinas.

Las personas interesadas en comunicarse con uno de los cadetes lo pueden hacer en el correo electrónico Gcardoso003@hotmail.com o si desean más información ingresando a la página del programa: www.unlvarmyrotcrebelbattalion.com.

 

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