Cuando se premia la entrega

Por Roberto PELÁEZ

Figuras conocidas de la comunidad, más que todo por su sobresaliente labor y dedicación en favor de la gente, fueron objeto de un reconocimiento en la sencilla y solemne ceremonia por el Bicentenario de la Independencia de Perú, que tuvo lugar en el Winchester Dondero Cultural Center.

Rubén Kihuen, Teresa Sweeten, Astrid Silva, Ixela Gutiérrez, Rodrigo Yáñez, Freddy Chávez y Hernando Amaya, fueron algunos de los que recibieron medalla y diploma de honor en justa correspondencia a su entrega en defensa de la comunidad, a la cultura, a la diversidad. Dijo el maestro José Martí Honrar hora, y eso fue exactamente lo que aconteció en ocasión de una fecha que los peruanos no olvidaran jamás.

El esperado evento, que tuvo como principal organizador a Arturo Amaya, presidente de la Asociación Cultural Peruana en Las Vegas, sirvió también para apreciar una muestra del quehacer danzario del hermano pueblo peruano.  Los participantes recibieron un cerrado aplausos, sinónimo de admiración y respeto. El agradecimiento llega también a la incansable Irma Varela, del Winchester Dondero Cultural Center, presta siempre a ayudar, a dar lo mejor.

Los homenajeados, casi todos en medio de la emoción que les embargaba, coincidieron en destacar el trabajo de Amaya, sobre todo en la promoción cultural, en defensa de las costumbres y tradiciones peruanas, de la llamada ‘tunantada’ y danza jaujina. “Por mucho tiempo, año con año, Arturo ha sido un ejemplo de constancia en defensa de la cultura del pueblo peruano”, comentó Varela. 

No faltó entre los presentes quien comentara que Jauja es una ciudad peruana con una considerable riqueza cultural y natural.  El carnaval jaujino, se conoció, fue declarado hace varios años como patrimonio Cultural de Perú, por ser precisamente una de las manifestaciones culturales más significativas, que más público atrae.

“Es loable el trabajo de Arturo Amaya”, precisaron Ixela y Freddy, dos personas a quienes une el amor por el arte, por las costumbres y tradiciones de México y Bolivia, respectivamente, y que con justeza vieron reconocido su trabajo. Lo realizado por la agrupación danzaria ‘México Vivo’ a lo largo de los años, y el Carnaval Internacional, son una muestra del desempeño de Ixela y Freddy, dos logros del que pueden estar orgullosos.

Si a los homenajeados les resultó difícil ocultar el sano orgullo, las emociones, a Amaya -por su lado-, en su condición de peruano, de organizador, el ver materializado su empeño de celebrar en grande el Bicentenario de la independencia de su país, puso a flor de piel su sensibilidad, la gratificación que resulta de hacer las cosas bien, y de reconocer a quienes lo dan todo en favor de la comunidad hispana del valle, sin pedir nada a cambio.

 

Felicitaciones a los reconocidos por su abnegación, a los organizadores del evento, a los anfitriones, a los peruanos.

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