Por Rafael ROMERO
“Nos empeñamos en mantener vivas nuestras tradiciones, que los más jóvenes aprendan como antes lo hicimos de los padres y los abuelos”, destaca la guatemalteca Patty Reyes, una de las organizadoras de la misa que cada año se oficia para recordar al Cristo Negro de Esquipulas.
Este año, como es costumbre, la referida misa tendrá lugar el domingo 15, a las 3:45 de la tarde, en la iglesia San Cristóbal, ubicada en el 1840 al norte de la Bruce St. North Las Vegas. Nevada 89030. Se espera la asistencia de un grupo considerable de personas.
Por mucho tiempo el también guatemalteco José Salazar (qepd) se dio a la tarea de organizar en el valle lo concerniente a la veneración del Cristo Negro de Esquipulas.
“Con José, dice Reyes, acariciábamos la posibilidad de ir más allá de la misa, tal vez hasta hacer una peregrinación, como sucede desde hace años en Esquipulas, a poco más de 200 kilómetros de la ciudad de Guatemala”.
En una de las últimas entrevistas a Salazar (quien fungía como líder entre los guatemaltecos asentados en el valle) expresó: “El Cristo Negro de Esquipulas es una imagen del Cristo crucificado, venerada por millones de personas en Centroamérica; nos llena de orgullo hacer todo lo posible por mantener viva esta tradición que los guatemaltecos y personas de otras nacionalidades nos empeñamos respetar, nuestra devoción se hace sentir cada 15 de enero”.
Reyes por su parte, en plática para los lectores de El Mundo lo resume con estas palabras: “en el municipio de Esquipulas la veneración, la peregrinación reúne a millones de personas provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador y México, es algo como la Virgen de Guadalupe para los mexicanos; la imagen está vinculada al cumplimiento de milagros”, precisa.
La devoción al Cristo Negro de Esquipula tiene más de 400 años. Sólo por la pandemia del Covid 19 las autoridades restringieron la visita masiva a la imagen.
Reyes reside en Las Vegas desde hace 22 años, “creo que las misas aquí, explica, se organizan desde hace alrededor de 10 años, sin dudas tuvieron en José Salazar a un digno defensor, y hemos tratado de que la tradición no decaiga, sabemos que también se tiene en cuenta en otras ciudades de los Estados Unidos”, enfatiza.
