El reciclaje y los niños, un ameno y aleccionador sí por la vida y el futuro

Por Roberto PELÁEZ

“Solo necesitamos un poquito de imaginación... primero, fíjense bien, si miramos a nuestro alrededor encontramos que hay muchas cosas en las que las industrias, las fábricas utilizan el plástico, y éste, por ejemplo, el de las botellas de agua, demora años, muchos años en desintegrarse y por lo general el envase va a parar a la basura”.

Los niños prestan atención a Emely Lotfe, cada uno de ellos tiene delante una botella de agua, vacía, y solo se escucha la voz de la joven que funge como instructora.

“Desde hoy en adelante estamos en contra de tirar a la basura las botellas plásticas, continúa, a veces la encontramos en estacionamientos, si vamos al lago, y no debe ser, hay que cuidar el entorno, lo que está a nuestro alrededor... aquí viven mamá, papá, los abuelos, y es muy importante cuidar lo que nos rodea”, sostiene.

“Hoy le voy a enseñar que se pueden hacer muchas figuras, tenemos que poner a prueba la imaginación y las habilidades, reitera Lotfe; si queremos podemos hacer un pequeño huerto, preparamos las botellas para echarle tierra y luego colocamos una planta... esa es una de las tantas formas en que podemos utilizar las botellas vacías, o sea, advierte, le podemos dar otro uso.

“Pero me han dicho que a ustedes le gustan mucho los animales, y hoy aprenderemos a hacer un puerquito, o si lo prefieren un gatito, un elefante, lo que gusten”, apunta la instructora.

Un puerquito, un puerquito, corean los niños. 

“Entonces vamos a hacer un puerquito, tienen que seguir las indicaciones para ir todos más o menos parejos, que ninguno se atrase”, precisa la joven... “y los haremos de diferentes colores, hasta con bigotes”. Los pequeños sonríen.

Un total de ocho niños hispanos se empeñan en darle a sus respectivas botellas la forma de un puerquito; “esperaba que vinieran más, apunta la entrevistada, fíjese que todavía tengo algunas sillas vacías, pero vamos poco a poco, este sábado 18 vamos a reunirnos para seguir platicando de reciclaje, asevera, aprendemos cada semana algo nuevo, gratis, y los niños que vinieron hoy van a traer después a sus amiguitos... lo importante, asegura, es que el amor por el reciclaje prenda entre ellos”.

Oriunda de Guadalajara, afirma que desde niña quería enseñarle algo a la gente, “algo útil, que sirviera para toda la vida, y cuando escucho hablar de reciclaje, pues comprendo que eso es lo mío”, comenta entusiasmada.

“Es muy fácil darle uso al plástico, al menos a las botellas de agua, precisa, y lo que es mejor, vienen los niños con sus padres, ellos también escuchan, después ayudan a los pequeños en casa; para mi es relevante que la familia pase un rato diferente, útil, aprendiendo de reciclaje, y que comprendan adultos y menores que juntos podemos hacer la vida diferente, cuidando para nosotros y quienes vengan detrás”.

 

Ayuda a una niña a colorear, y acota: “que nos podamos reunir con los niños pudiera parecerle a alguien algo sin importancia, sin embargo con esta actividad ponemos una semillita, creamos conciencia de porqué debemos cuidar lo que nos rodea, ya sabemos darle uso, por ejemplo a las botellas plásticas, para no aventarlas a la basura; se trata de dar un sí por el mañana, por la vida”, sentencia.

 

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