Festival del Renacimiento... El Sunset Park se vistió de antaño

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Por Rafael ROMERO

Centenares de personas ‘se montaron’ en la máquina del tiempo desde el viernes 11 al domingo 13 de octubre, para volver atrás, y tener la posibilidad de compartir con arqueros, guerreros, princesas, un fornido herrero... ¡pasarla bien!

Desde temprano las proximidades del Sunset Park se vieron ‘inundadas’ de personas enfundadas en un vestuario singular, que llamaba la atención, sin faltar quienes portaban espadas, arcos, hachas, coronas, sencillamente se sentían protagonistas de un tiempo que hace mucho quedó atrás, pero es atractivo ‘traerlos’ de vuelta.

Una vez más el Sunset Park les brindó una cálida acogida. Mucha gente desafió el sol, un complicado tránsito para darse cita en el Festival del Renacimiento, que dicho sea de paso el próximo año llega a sus tres décadas.

Afinadores de instrumentos musicales, brujas, magos, arqueros, guerreros con sus relucientes armaduras que practican la puntería... ¡con hachas!, princesas, batallas, demostraciones de combates en vivo y música, entre otros atractivos.

Ante lo congestionado del estacionamiento en el Sunset Park, muchos asistentes optaron por parquear en las inmediaciones, de ahí que no fuera extraño ver a muchos caminar por las calles disfrazados, dando un matiz diferente a las arterias viales.

“Vine en el 2019, al año siguiente la pandemia obligó a suspender, y en octubre del año pasado aún preferí cuidarme, evitar lugares público, comentó para los lectores de este semanario la joven Nancy Medina, debo decir que este es una actividad que me encanta, no podía volver a faltar, recuerdo que mis padres me traían, es hermoso ver a la gente con sus disfraces”, significa.

“Mi novio, continúa, se vistió de guerrero, mientras mi hermano prefirió ser uno de los personajes de Star Trek... preferí ser ‘la madre de los dragones’; salimos a comprar lo que deseábamos, aunque el disfraz de mago lo compramos en línea”.

Alberto, todo de verde, a lo Hulk, expresa: “el año pasado vinieron muchas personas, el estacionamiento se complica, por eso decidimos venir bien temprano, tuvimos que esperar, pero parqueamos cerca, lamentablemente no tuvimos la posibilidad de ver demostraciones de belly dance”.

Con un hacha en la mano derecha, el casco bajo el brazo y vestido de vikingo, Gonzalo Álvarez Jr., camina de un lado a otro del parque, busca algo de sombra.
“No soy un vikingo cualquiera, explica, soy Ragnar Lodbrok, para mí el más famoso de todos, descendiente de Odín”, apunta.

 

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