Justo premio a la entrega y la dedicación

Por Roberto PELÁEZ

Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maiz:  José Martí

“Soy una mujer feliz, con una gran vocación de servicios, agradecida de la vida y de todo lo que Dios me ha permitido, por eso lo menos que puedo hacer es ayudar a los demás”, asegura Jackie Sosa, acreedora del reconocimiento entregado por la Policía Metropolitana a quienes se distinguen por asistir a la comunidad.

El pasado miércoles 14 oficiales de LVPMD ofrecieron un almuerzo a varias personas que hacen un esfuerzo adicional para ayudar a los ciudadanos y a la comunidad, ocasión ideal en que reconocieron la dedicación y la entrega...

“Los capellanes, explica Sosa, tienen a bien acompañar a las personas, ayudarlas en la oración, la tutoría, ellos ofrecen seguridad espiritual, recursos y oración para que las personas se expresen y reciban un ‘corazón de fe’ en su caminar, más aun en tiempos de caos e incertidumbres.

“Hoy (dijo Sosa refiriéndose al pasado miércoles)  me entregaron un reconocimiento, estoy humildemente agradecida por el certificado, sin embargo debo reconocer que hay una gratitud mayor y esa viene de Dios, Él es el proveedor de nuestras fuerzas, de nuestro coraje, de nuestro amor por los demás, y no tengo dudas de que camina junto a nosotros, nos usa en este hermoso camino llamado ‘capillanía’”, afirma categórica.

“Tengo muy presente, apunta, que no hay bien alguno que nos deleite si antes no lo compartimos... no concibo el tender la mano a esta o aquella persona sin el consejo oportuno, la palabra de aliento, en mostrar solidaridad, en ser franca, leal todo el tiempo; creo firmemente que vinimos a este mundo como hermanos, entonces, caminemos dándonos las manos, uno delante del otro”, externa la salvadoreña Sosa, de pequeña estatura y un corazón enorme.

Platica del sano orgullo que siente por lo hermosas personas que son sus hijos Joshua, Kevin, Geshaelle y Jiancarlos; “siento una gran satisfacción por todo lo que Dios ha permitido que aprenda y ponga en función de quienes lo necesitan, Él me ha dado la sabiduría, los conocimientos, la vocación de servicios para alentar y servir a otros, y me alegra sobremanera hacerlo con la mayor devoción y desinterés, hacerlo de manera voluntaria, ahí está lo hermoso de servir a otros, lo agradable a los ojos de Dios... el alentar a otros, ayudarlos, reporta un amor infinito que viene del Señor”, externa.

 

Se despide con un brillo especial en los ojos... con la amabilidad de siempre se vuelve y resalta : “quiero también dar las gracias al equipo de capellanes RECAP por su trabajo voluntario ‘botas en el suelo’ para Cristo y la comunidad”.

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