Por Rafael ROMERO
Una vez más se hizo patente la fuerza de la gente, ni siquiera la pertinaz lluvia y las bajas temperaturas pudieron impedir la marcha del pasado martes primero, “Día del trabajador” en muchos de nuestros países, y muchas personas se congregaron desde temprano en el Strip, portando carteles, comentó al periódico El Mundo la conocida activista Jackie Sosa.
Junto a la voluntad de la gente de marchar pese a condiciones climatológicas adversas, sus reclamos de unidad, justicia y paz, también llamó la atención ver a personas de diferentes etnias, subrayó Sosa, y como se sabe estamos a favor de la diversidad, del ser humano, de que todos podamos vivir en paz sin importar sus creencias religiosas, países de procedencia, preferencias sexuales, y la gente lo dijo alto y fuerte durante la marcha por más de una hora, resaltó.
Marchamos por mejores condiciones y salarios para los trabajadores, acotó la activista, exigimos una paga que alcance a las familias para adquirir los productos básicos, por un mundo mejor, sin odios ni disciminaciones... decimos sin miedos ‘No a la guerra’, ‘No a las bombas’, ‘No a la separación de las familias y las deportaciones’, destacó la entrevistada.
Vimos a nativos, a gays y lesbianas, a religiosos, a trabajadores incansables en la defensa de sus derechos, pero sobre todo a muchos jóvenes, casi adolescentes, esgrimió Sosa, y eso nos permite ver el futuro con optimismo, reiteró, son pese a su corta edad jóvenes que sienten el dolor ajeno, solidarios, vimos a algunos con cartales en los que se podía leer: no a las invasiones, las calles son nuestras, queremos justicia y paz... ese es nuestro mensaje, concluyó.