Marcharon hispanos en el Centro Histórico de Las Vegas para exigir una Reforma Migratoria

Por Rodrigo YÁÑEZ

 “Una Reforma Migratoria con paso a la ciudadanía”, “Alto a las deportaciones”, “Mantener a las familias unidas”, eran algunas de las demandas que se leían en los carteles que portaban cientos de personas que marcharon por las calles del Downtown.

Los turistas en la Fremont Street Experience miraban con asombro y curiosidad el paso de los manifestantes que portaban trajes típicos: charros, chinelos, vestimenta prehispánica, por mencionar algunos y además gritaban consignas, tales como “Obama escucha, estamos en la lucha”, ¿qué queremos?, ¡reforma!, ¿cuándo? ¡Ahora!, entre otras.

Estamos aquí unidos Señor con una petición, abrirles los brazos a los extranjeros, darles la oportunidad que ellos desean, de poder trabajar con dignidad y en forma legal, te pedimos que nuestras voces sean escuchadas en el Congreso, que ellos entiendan que no pueden traicionar a todos estos hijos de la patria, que han venido de tierras lejanas, deseando con todas sus fuerzas servir a esta nación.

Esto es parte de la oración que el pastor Héctor Lugo expresó al inicio del mitin que se llevó a cabo frente al Edificio Federal, donde terminó la marcha que inició en la esquina que conforman las calles Main y Fremont en el Downtown de La Vegas, el pasado domingo 22.

Esta marcha se llevó a cabo para impulsar la Reforma Migratoria y fue una de las que se efectuaron en varias ciudades de los Estados Unidos denominada “Millones de voces por una Reforma Migratoria”.

Enseguida de la interpretación del himno nacional de los Estados Unidos por parte de la niña Sophia Camill; el pastor Joel Menchaca, uno de los organizadores de la marcha, expresó a las asistentes, antes de presentar al pastor Lugo, que todos tenemos un ser supremo, sin la ayuda de Dios, no podemos hacer nada.

Gracias a Dios por todos los voluntarios y toda la gente que apoyó con la radio, televisión y periódicos; por las donaciones de agua y a todas las personas que asistieron a la marcha,  gracias a todos los pastores y a las iglesias, gracias de todo corazón; señaló a El Mundo Rosemary Flores, principal organizadora de la marcha.

Esta fue la marcha de la comunidad, porque la comunidad la organizó, agregó Flores, todos queremos una reforma justa y digna para 11 millones de indocumentados, ¡Sí se puede!, resaltó Flores.

El poder está en las manos de la gente, el poder está en estos cientos de personas que marcharon, si nosotros nos organizamos a nivel local y nacional, seguimos presionando a nuestros representantes federales y les mandamos el mensaje de que si ellos no nos apoyan, nosotros tampoco los apoyaremos, van a entender y tendrán que tomar acción, expresó a El Mundo Rubén Kihuen, senador estatal.

Ya pasó en el Senado en un voto histórico de 68 contra 32 en forma bipartidista, ahí se vio que los partidos políticos pueden hacer a un lado sus diferencias para apoyar la Reforma,  necesitamos poner presión a John Boehner, presidente del Congreso y mandarle el mensaje de que si su partido continúa obstruyendo la reforma, nos vamos a asegurar de que ellos no ganen las próximas elecciones, afirmó Kihuen.

Hay muchos republicanos que piensan igual que nosotros que apoyamos la Reforma Migratoria, expresó a este semanario, Zarquís García, encargado de relaciones con la comunidad del Partido Republicano en Nevada.

No estoy seguro que la cámara de representantes toque el asunto de la reforma, porque tiene otros, tales como el presupuesto o asuntos internacionales, eso va a ocupar mucho tiempo, señaló a El Mundo Art Gisi, vicepresidente del The Grassroots Tea Party of Nevada. Deseamos que se lleve a cabo la reforma, nuestra organización reitera el apoyo para que se dé, afirmó Cathie Lynn Profant, presidenta de esa organización.

Creo que las familias no deben ser separadas, vinieron a este país por una oportunidad de crecer, y considero que deben estar juntas, vengo vestida de esta manera porque es una forma de representar nuestra cultura y también a la cultura de los Estados Unidos, por eso también porto la bandera de este país, dijo a este semanario Raquel Martínez, enfermera, nacida en Arizona, quien vestía un atuendo prehispánico.

 

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