Martha Menéndez... El significativo afán de enseñar

Por Roberto PELÁEZ

Hija de padres mexicanos, nacida en Chicago, y desde hace seis años ‘afincada’ en Las Vegas, la joven Martha Menéndez, desde temprano mostró inclinación por las letras, por eso no sorprendió que llegado el momento de escoger e ir a la universidad, se inclinara por estudiar literatura hispánica, luego a base de entrega y sacrificio obtuvo una maestría en derecho y Administración de Empresas.

Menéndez, la entrevistada en esta edición, creció en la ciudad de Miami, entre muchos hispanos, procedentes de varios países, y reconoce que es la primera de su familia en tomar estudios superiores y graduarse en la universidad.

“La literatura hispanoamericana, explica, es como su nombre lo indica la literatura de los pueblos de habla hispana, muy rica por cierto, diría que hasta mágica, y alcanza a Sudamérica, Centroamérica, el Caribe, y también Norteamérica... todo lo escrito en lengua española, agrega, además, tiene mil años de historia (o más), es apasionante, atractiva”.

Platica también de su maestría en derecho, “es muy útil, me gusta intercambiar con los trabajadores, explicarles la importancia de estar bien informados, cuáles son sus derechos, por eso de alguna manera disfruto los eventos que organiza Arriba Las Vegas Worker, me permite exponer mis conocimientos, mi experiencia, y escuchar, porque se aprende de todos, pero les insisto a los trabajadores sobre lo relevante de informarse”, resalta.

“Algo, dice, en lo que enfatizo una y otra vez al platicar con los trabajadores, es en la necesidad de mantenerse informados, atentos, deben saber de dónde obtienen la información, destaca, hay muchos medios que hacen negocios con la desinformación, sin reparar a quienes afecta”. 

Con sus estudios universitarios, no podía faltar una pregunta sobre educación, sin pensarlo responde: “La educación es fundamental para que las personas aprendamos a pensar, tener conocimientos, además, nos da la posibilidad de poder esgrimir y defender un criterio.

“La educación, prosigue, se da también de muchas formas, se debe reconocer que el valor de uno o su opinión, no está atada al nivel de educación que haya podido o querido completar, sin obviar la educación escolar, el nivel educacional, y la educación que se debe aprender en casa basada en el respeto... son distintas”, subraya.

Al referirse a la llamada ‘barrera del idioma’, destaca: “Crecí bilingüe, en mi casa sólo se hablaba español pero de la televisión y después en la escuela se me pegó el inglés; cuando aprendí a leer en inglés mi mamá me enseñó a leer en español, entonces casi desde que tengo uso de razón me desenvuelvo bien con los dos idiomas.

“No vengo de una familia numerosa, advierte, mi familia inmediata éramos sólo mis papás, mis dos hermanas y yo, junto con un primo que vivía con nosotros, lo considerábamos más cómo hermano, una familia unida, aprendimos desde pequeños a respetar, a escuchar”.

Insiste en que no estar bien informado (a) es un obstáculo para los hispanos residentes en Las Vegas.

“No nada más para los hispanos, precisa, pero los hispanos, sin dudas, y más aún los nuevos inmigrantes o las personas indocumentadas, están en una situación de vulnerabilidad más pronunciada y es importante para ellos asegurarse de que estén recibiendo sus noticias e información de fuentes legítimas para no caer en estafas, buscarse problemas innecesarios a futuro, e incluso ser víctimas de fraudes.

“Me gusta, reitera, platicar, enseñar, personalmente los conocimientos sirven de poco si no los transmitimos a otras personas para las cuales pueden resultar de gran utilidad, precisamente por ser más vulnerables, es necesario que hagan suyos los conocimientos, conozcan de deberes y derechos, ser capaces de discernir la verdad de la mentira, no creer en falsas promesas”.

 

Incansable lectora, Menéndez se hace acompañar siempre de un buen libro.

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