Por Roberto PELÁEZ
Crecí al lado de mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis primos, desde pequeño sentí el calor familiar, el apoyo de cada uno de ellos, asegura el abogado Romeo Pérez, quien es candidato a Juez para la Corte Familiar, Departamento J.
Interioricé las enseñanzas de mis abuelos, ellos decían que trabajar, ahorrar, tener dinero era importante, pero nada es más importante que la familia, es algo que siempre trato de poner en práctica, resalta Pérez.
No tengo dudas de que mis abuelos, su ejemplo, su dedicación al trabajo, fueron indispensable en la formación de la familia, ellos fueron la raíz, y cuando los cimientos son buenos, pues gran parte de la batalla está ganada, afirma el entrevistado. Sus enseñanzas calaron hondo en nosotros, abunda.
Descendiente de familia mexicana, el licenciado en leyes rememora: Vi a mis abuelos maternos Roberto y Lucía Ruiz acoger a la familia en el negocio de empacar frutas y vegetales, mientras los paternos Fidel y Manuela Pérez guiaban un negocio de gasolinera, donde también limpiaban los cristales, echaban aire a las llantas, y allí estábamos todos, ayudábamos, jugábamos, cenábamos juntos en navidad, pascua, el 4 de julio.
Nadie te protege y cuida como la familia, decían, y eso aprendí... la unión de la familia era como un estandarte para mis abuelos, y eso aprendieron también mis padres, mis tíos, los primos, más que un lema es lo que predomina en nuestras acciones y andar por la vida, cuenta el abogado.
Por muy exitosa que sea la familia, por lo que podamos tener hoy, incide en que olvidemos el trabajo de nuestros abuelos, sostiene, su esfuerzo para que estudiáramos, eso es algo que tenemos muy en cuenta, no exagero si te digo que el ejemplo de ellos vive en nosotros, nos empeñamos en poner en práctica lo que nos enseñaron, esa es nuestra guía permanente. Nosotros sabemos que ellos trabajaron duro sin perder la sonrisa, el trato amable a sus trabajadores y a empresarios que iban a concertar acuerdos o recoger las frutas y vegetales empacados... siempre trataron a todos con respeto y honestidad.
Fui el primero de la familia que asistió a la universidad, que obtuvo el título de abogado (1997), destaca Romeo, después un primo se graduó de doctor, otro se licenció en ventas... de alguna forma abrí las puertas a la familia para los estudios superiores.
Vine a Las Vegas en el 2003, y al año siguiente traje a la familia, a mis padres, a mi hermana, a mi esposa, y nos instalamos aquí, todos trabajamos juntos en el 1621 al este de la Flamingo; soy abogado, y quizás sea la cara de la oficina, sin embargo mis familiares, lo mismo que los empleados son mi brazo derecho, cada uno realiza una labor clave, no sería lo que soy sin ellos. Somos un grupo pequeño, serio, responsable, y eso, en nuestro caso, tiene mucho que ver con la familia, significa.
Mi esposa lleva las cuentas, explica, mi padre me apoya en lo relacionado con la campaña y otros aspectos, mi hermana es asistente paralegal, mi suegra cuida de los niños, y nuestros empleados también son como de la familia, los apoyamos, estamos muy cerca, así debe ser, el éxito va aparejado al buen trato y a la honestidad... para nosotros echarse dinero al bolsillo y no ser honesto va contra lo que nos enseñaron. Hay que dar amor, tratar a la gente como si fuera uno mismo, definitivamente todos necesitamos algo.
Por otro lado, salvo un empleado, todos somos bilingües, nos preocupamos por hablar español y porque nuestros hijos también lo hablen, eso nos llena de orgullo... ¡y a los abuelos también!
