Nevada entre los más afectados por la violencia doméstica

Por Rafael ROMERO

“El asalto sexual, como la violencia doméstica, es uno de los crímenes en que lamentablemente la sociedad le echa la culpa a la víctima. Una vez más, reitero, es imprescindible aprender que cuando sucede un acto de violencia doméstica o abuso sexual; la culpa nunca es de la víctima”, afirmó categórica Wendy Losada, perteneciente a ‘The Rape Crisis Center’.

Desde hace varios años, argumentó Losada, Nevada aparece entre los estados con más casos de violencia doméstica, de asalto sexual en toda la Unión, eso quiere decir que aun queda mucho por hacer, debemos seguir trabajando, y por supuesto ganar en conciencia, no podemos quedarnos calladas, destacó... hay que informarse, denunciar.

The Rape Crisis Center, junto a otras organizaciones, subrayó Losada, brinda su apoyo a las víctimas, les ofrece información sobre cómo proceder, es más, abundó, algunos de sus representantes acompaña a la persona golpeada o herida -en su mayoría mujeres- a centros hospitalarios, trata de ayudarlas en lo posible.

Un vistazo a las estadísticas permite apuntar que las actividades con participación de oficiales de la Policía, como las juntas comunitarias, las conferencias sobre el tema, los talleres, la entrega de folletos, números de teléfonos, resultan útiles, destacó, pero los hechos demuestran que el esfuerzo aún está distante de lo que deseamos.

Hace unos meses, en entrevista para los lectores de El Mundo, Losada enfatizaba:  no hay, no existe ninguna razón para justificar un asalto sexual; no importa si estoy borracha, como voy vestida, nada justifica una violación, nada justifica el maltrato, nadie, fíjese bien, tiene derecho a abusar de mi, argumentó con el rostro serio.

Por casi una década, hay que decirlo, comentó, Nevada apareció en la lista de los estados con más muerte de mujeres a manos de hombres, pese a los numerosos eventos cuyo objetivo primordial es dotar de las herramientas necesarias para poner alto a este flagelo que sin dudas es una vergüenza.

Hay leyes, explicó Losada en aquella oportunidad, que amparan a las víctimas sin importar su estatus migratorio; la mayoría de las veces cuando ofrezco conferencias y talleres sobre violencia doméstica muchas mujeres rompen a llorar, entonces duele reconocerlo, sale a relucir que son víctimas, sin embargo temen denunciar, dicho de otra manera, le tienen miedo a su pareja, o también, por qué no, ellas no lo hacen precisamente por vergüenza.

Reconozco, apuntó entonces la entrevistada,  que muchas mujeres, dicho por ellas mismas, sufren violencia, no denuncian, y las siguen violando, es triste, penoso, pero es la situación, destacó la incansable defensora de las víctimas.

 

Lamentablemente en muchos casos de violación, de asalto sexual, se le achaca a la víctima el cartel de culpable, cuando lo relevante es ganar en conciencia, tener bien claro que en estos casos la víctima no es la culpable; pero es necesario denunciar, cerrar filas, y las estadísticas dejan bien claro que más del 50 por ciento de las víctimas prefiere callar, incluso hasta moverse a otra ciudad, a otro país, huir en vez de denunciar.

 

Top