Por Rafael ROMERO
Rubén Ruiz, Stephanie Reyes, Jardy Flores, se frotan las manos, la gente se acerca a felicitarlos, sus motivos tienen para festejar, el Primer Festival Folklórico Nicaragüense fue un éxito.
“Teníamos muchas expectativas, trabajamos fuerte, y debemos reconocer que le gente se esmeró, se entregó con todas sus fuerzas, le puso amor, el Restaurante Casa Amigos fue un buen anfitrión, los visitantes y el público de casa también estuvieron a gran altura”, resalta Ruiz, quien desde hace varios años lidera el reconocido Club Social Nicaragüense.
Los asistentes disfrutaron de lo lindo. Se hizo realidad un viejo sueño de Rubén, enamorado de los bailes y danzas nicas, de la cultura de la tierra que lo vio nacer.
Claro que el entrevistado, las personas allegadas a él trabajaron muchísimo, se reunieron más de una vez después del horario de trabajo, previeron cada detalle, las invitaciones, no descuidaron nada, la comida, atención a los artistas, la disciplina del público...
Rubén hace gala de humildad, prefiere no platicar de su labor, y resalta: “estoy muy agradecido, cada persona involucrada aportó lo suyo, pero quiero distinguir a Stephanie Reyes, ella es nuestra maestra de ballet, insiste una y otra vez en que las cosas salgan bien... y sólo tiene 16 años, es una profesional”, subraya. “Brillaron Los hijos del maíz’, vino desde San Francisco.
Los nicas del valle, sin hacer ‘ruido’, promueven su cultura, en el Primer Encuentro Internacional de Escritores, estuvieron representados por Rosita Peralta y su libro de recetas de comida (con aceptación entre sus connacionales), tienen su grupo de ballet, participan en actividades como la del viernes 13 de septiembre en la Gala por el Mes de la Herencia Hispana, tienen un sólido trabajo con niños y adolescentes.
“Luego de este éxito, enfatiza Ruiz, vamos a analizar si organizamos el festival cada año, y con Literarte Foundation honrar la memoria de Rubén Darío”.