Por Rodrigo YÁÑEZ
Queremos que la gente sepa lo que está comiendo, que los productos tengan una etiqueta donde señalen que contienen GMO (Organismo Genéticamente Modificado), dijo a El Mundo Kelly Patterson, uno de los organizadores de la manifestación denominada Marcha contra Monsanto, que se llevó a cabo el pasado sábado 12, desde la esquina que conforman la Fremont Street y 6th St. hasta las escalinatas del Edificio Federal ubicado en Las Vegas Boulevard.
Esta marcha se llevó a cabo en todo el mundo, agregó Patterson, para crear conciencia en la gente de no alimentar a nuestros niños con comida maligna y lo hagan de manera más saludable, resaltó.
Estados Unidos es un país libre y cada quien puede hacer lo que quiera, lo único que pedimos es que gente tiene derecho a estar bien informado, que se rotulen los alimentos y que indiquen que contienen productos transgénicos. Existen grupos de poder que influyen en Washington que no permiten etiquetar de esa manera los alimentos, por eso terminamos esta marcha en el Edificio Federal.
Hicimos esta manifestación para crear conciencia entre el público del peligro de consumir alimentos transgénicos, agregó Valle, queremos que la gente se informe, porque no sabe qué es comida transgénica.
Casi todos los granos son transgénicos, el maíz, la soya, el trigo, aunque no se coman directamente, van como aditivos en muchas comidas enlatadas, están llegando a todos, a los niños, a las mujeres embarazadas, etc. señaló Valle, hay un documental que explica cómo se hace la comida transgénica, de dónde tomaron el gen para colocarlo en las semillas.
En los Estados Unidos, la FDA, la agencia encargada de garantizar la seguridad alimentaria de la población, es dirigida por Michael Taylor, ex vicepresidente de política pública de Monsanto. También en la USDA, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, está el jefe Roger Beachy, un ex director de Monsanto, señala en su sitio Marcha contra Monsanto.
Recientemente, el Congreso de EE.UU. y el presidente Barack Obama aprobaron la ley HR-933, más conocida como “Monsanto Protection Act” que, entre otras cosas, niega autoridad a las cortes federales para cesar la plantación y venta de cosechas transgénicas al margen de que representen un riesgo para la salud de los consumidores, indica este sitio.
Por demasiado tiempo Monsanto ha sido el benefactor de los subsidios a las empresas y el favoritismo político. Los agricultores orgánicos y productores pequeñas sufren pérdidas, mientras que Monsanto sigue forjando su monopolio sobre el suministro de alimentos del mundo, incluyendo exclusivos derechos de patentes sobre las semillas y composición genética, señala este sitio.
Este es un asunto que afecta a la comunidad latina, más que a ninguna, señaló José Luis Navarro, quien participó en la marcha, estamos combatiendo a la comida barata contaminada, porque afecta a la comunidad, agregó, los hispanos se preocupan por llenar a sus hijos de comida en lugar de alimentarlos sanamente.
Monsanto fue fundada en San Luis, Missouri, Estados Unidos en 1901. Su fundador John Francis Queeny, un químico veterano de la industria farmacéutica, fundó la compañía con capital propio. Dio a la compañía el nombre de soltera de su esposa Olga Méndez Monsanto.
Esta compañía se dedica en la actualidad principalmente a la producción de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (alimentos transgénicos).
