Recordaron al oficial Elizondo, caído en cumplimiento del deber

Por Roberto PELÁEZ

Tan sencilla como solemne y hermosa resultó la ceremonia que tuvo verificativo el pasado miércoles 6 para honrar al oficial Raúl Elizondo, en el día dedicado a perpetuar su memoria.

Centenares de niños, padres, maestros, oficiales del Departamento de Policía, vecinos de la Raúl Elizondo Elementary School (4865 Goldfield St. en North Las Vegas), se dieron cita en el centro docente para recordar al esforzado agente que perdió la vida el 30 de enero de 1995 mientras perseguía a un delincuente. Sólo tenía 27 años.

Izar la bandera de 13 barras y 50 estrellas (quedó a media asta), escuchar el himno, guardar un minuto de silencio en honor al héroe, fue sin dudas emocionante, estremecedor.

Uno de los agentes comentó: “Raúl era ese tipo de persona que todos queremos tener como amiga, alegre, amante de los deportes, siempre dispuesto a escuchar, con él se podía contar, y se notaba enseguida que amaba ser policía, ordenado, le gustaba superarse, aprender, no le bastaba con los concimientos adquiridos en la Academia, se fijaba en los oficiales de más experiencia”.

Otro de los agentes se acercó para apuntar: “Meses antes de ser asesinado, en 1994 fue acreedor del reconocimiento denominado ‘Oficial del Año’, por su meritorio desempeño en defensa de la comunidad, tenga la seguridad de que Raúl era un ejemplo”.

Rigo y Mayra Estrada, padre de una niña que estudia en la escuela que lleva el nombre de Elizondo, expresaron: “desde hace años estamos presentes en esta ceremonia, antes con nuestro hijo y ahorita con la más pequeña de la familia, aprendimos sobre la vida del oficial, en casa platicamos acerca de lo que escuchamos y la forma en que falleció a causa de disparos.

“Para nosotros es importante participar, estamos orgullosos de que nuestros dos hijos asistan a esta escuela”, subrayan con sus rostros serios, tomados de las manos.

“Raúl y yo nos llevábamos muy bien, levantábamos pesas juntos, íbamos a competencias, él no era muy alto, pero sí fuerte físicamente... recuerdo que aquel día a fines de enero ya estaba cerca de concluir su turno cuando recibió una llamada relacionada con una persona de comportamiento errático, y fue hasta el lugar, en el área de Magnet Street, no tengo claro si platicó con el hombre, pero forcejearon, el delincuente consiguió hacerse del arma y disparó dos veces al oficial, lamentablemente el chaleco antibalas no lo protegió, uno de los proyectiles le impactó... poco después el asesino se quitó la vida tras un intercambio de disparos con oficiales que llegaron al lugar”, destacó un agente.

“Nadie nace héroe, nadie puede heredar el heroísmo; pero te conviertes en héroe cuando toda tu vida ha sido un sacrificio por los demás”. Estas palabras se corresponden con la trayectoria, la hoja de servicios del joven oficial Raúl Elizondo, sin dudas un orgullo para las actuales y futuras generaciones.

La alegría de los niños, la dedicación y constancia de los maestros, el trabajo de los oficiales de la Policía en pos de la tranquilidad ciudadana, resultan el mejor homenaje al agente Elizondo, a su entrega. Muchas gracias.

 

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