Los pies... esos grandes olvidados

La naturaleza nos ha dotado de pies fuertes, resistentes, capaces de soportar nuestro peso y largas caminatas, carreras, sin embargo a la hora de prodigar cuidados a nuestro cuerpo, ellos son siempre los grandes olvidados.

Todos deberíamos prestar mayor y mejor atención a los pies, encerrados por horas dentro de los zapatos; es conveniente ayudarlos a descansar y relajarse, y en ese sentido un baño de agua caliente con sal les vendría muy bien, ellos lo van a agradecer.

En los meses que se avecinan, por las frías temperaturas, tendremos los pies a buen resguardo, sin embargo en el verano queremos lucirlos usando sandalias, pero los pies exigen cuidado todo el año, más aun si queremos que estén bonitos, o sea, no podemos olvidarlos.

Y lo mejor es que los cuidados que exigen los pies no son caros, no exigen un gran sacrificio; te brindamos consejos para que puedas preparar unos reparadores baños de agua con sal para los pies, que resultan muy beneficiosos. 

Después de un atareado día de trabajo, encerrados a veces en molestos zapatos nuestros pies necesitan un buena recompensa. Algunos de estos beneficios son:

Reportan alivio al estrés y la tensión de los pies. Brindan frescor, revitalizan los pies cansados, además de contribuir a mejorar la circulación, suavizan las durezas y callosidades. 

Resultan convenientes para eliminar los problemas de sudor y mal olor, a la vez que acaban con las células muertas de la piel. Los baños con agua de sal son recomendables para aliviar los dolores de pies cansados o afectados por la artritis.

¿Cómo se preparan los baños de agua con sal?

Su preparación demora unos pocos minutos, pero sin dudas los resultados son reconfortantes.

Debemos llenar un recipiente con agua caliente, tan grande que podamos sumergir los dos pies, entonces se añade una taza de sal de común o marina, muchos aconsejan la sal de Epson.

Debemos tener los pies sumergidos hasta que el agua se enfríe, luego es preciso secar bien para no dejar rastros de humedad, que propicien la aparición de hongos, y finalmente un buen masaje con crema hidratante o aceite de oliva. De seguro los pies lo van a agradecer.

Luego del masaje sugerimos una visita al pedicure, donde se deben dar los toques finales. (Tomado del libro Más belleza para ti, de Isabel A. Blanco)

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