Por Roberto PELÁEZ
“Las estadísticas señalan que la comunidad hispana es la de más rápido crecimiento en Las Vegas, por eso es tan importante que los legisladores adopten las medidas, insistan en poner en función programas educativos que permitan a los jóvenes disponer de herramientas para enfrentar los obstáculos y mirar confiados el futuro”.
La californiana Malolis Martínez, asentada hace muchos años en Las Vegas, habla con orgullo de su maestría en administración de empresa, y más aun de sus dos hijos: Nathalia, apunta, tiene 20 años, en enero ganó el concurso de Nuestra Belleza Nevada, y el varón., de nombre Hunter, tiene 17 años, son muy responsables.
En un renglón tan importante como la educación el estado marcha a la zaga a instancia nacional. Malolis es de las que considera que no se puede dejar todo lo de la enseñanza a los maestros, “los padres, apunta, tienen una responsabilidad con sus hijos.
“En nuestro caso, desde pequeños, le platicamos a nuestros hijos sobre la importancia de leer, de estudiar, de enfocarse en salir adelante, de confiarlo todo a sus intereses, a su trabajo, sus conocimientos... hoy los dos estudian, precisa Maloli.
“No les impongo que carrera seguir o lo que deben estudiar mañana, ni siquiera les exijo o le pido que deben ir a la universidad, agrega, pero le platico de la importancia de comenzar estudios y terminarlos, o sea, graduarse, no dejar las cosas a medias, y por supuesto, que estudien y se preparen para el futuro.
“Por otro lado, asevera, no se puede educar o enseñar a los hijos solo para uno, también hay que enseñarlos para tratar con la gente, para vivir en sociedad, tienen que respetar, ser amables, ayudar a las personas de la tercera edad, no hablar alto, no ofender”, considera.
Hija de un nicaragüense y una cubana, la entrevistada hereda de ambos el amor por la cultura de esos países pequeños de una riqueza cultural significativa, “ellos me hablaban de sus tradiciones, de sus costumbres, de sus comidas típicas, por eso, comenta sonriente, me atrevo con platos que mamá me enseñó como la ‘ropa vieja’ o la carne con papas, no me quedan tan ricas como a ella, pero mis hijos y mi esposo se lo comen todo, acota y vuelve a sonreír.
“Mis padres me platicaban mucho de sus raíces, de las tradiciones, los diferentes bailes, las costumbres, y mencionaban nombres de artistas que pusieron en alto a Cuba y Nicaragua, de los que ellos estaban muy orgullosos.
“Entonces con mis dos hijos pues les insisto en que deben querer y cuidar las raíces y la cultura de este país; hemos cuidado también mi esposo y yo, resalta Malolis, que no pierdan el idioma español, para que platiquen con sus abuelos, tengan más opciones a la hora de buscar un empleo, o sea, se le abran las puertas, de manera que el idioma no sea un obstáculo para ellos.
“Nathali, dice, está muy entusiasmada con esto del concurso de belleza, que va a tener otra fase a principios del año que viene y debe prepararse, sin embargo reconozco que tanto ella como Hunter tienen hábito de estudio, no tenemos que decirle hay que estudiar.
