Luego de los meses fríos y húmedos del invierno, el cabello suele reclamar una atención adicional. El clima frío, los cambios bruscos de temperatura, dejan el pelo seco, dañado y sin vida. Con el inicio de la primavera, no hay tiempo que perder.
Con los estragos del invierno el cabello suele mostrarse apagado, sin vida, falto de hidratación. Los cambios de temperatura entre el aire frío exterior y el ambiente cálido dentro de la casa o en la oficina pueden causar daños en la cutícula del cabello, dejan áspera y sin brillo.
La primera recomendación para el cabello seco, dañado, es la hidratación profunda, ahí está la clave.
Opta por productos que contengan ingredientes hidratantes (aceite de argán, manteca de karité, aceite de coco). Aplica una mascarilla hidratante una vez a la semana y déjala actuar al menos 20 minutos, para restaurar la humedad perdida y mejorar la elasticidad del cabello.
Lo siguiente es deshacerte de las puntas abiertas, dañadas, es el momento de un corte. Cortar las puntas dañadas ayuda a mantener el cabello saludable, además -no lo olvides-, promueve un crecimiento fuerte y uniforme. Conviene la visita a un estilista que te ayude a rejuvenecer.
Por otro lado, ayuda si renuevas el color, porque le aportas al cabello fuerza y más brillo.
No hay mejor momento que la primavera para renovar tu cabello y lucir un look fresco y revitalizado. Aprovecha para mimarte a ti misma y a tu melena, prepárate para lucir un cabello radiante durante toda la temporada primaveral.
Ya sabes, hidratación intensiva, retoca el corte, incluye aceites en tu rutina capilar...
