Jocelyne Acosta quiere seguir el ejemplo de su madre

Por Roberto PELÁEZ

Por mucho tiempo Jocelyne Acosta imagina escuchar su nombre, y caminar (o flotar) para recoger su diploma de graduada de high school, sin embargo la realidad -impuesta por el Coronavirus-, lo trastoca todo, o casi todo, porque no puede mellar la alegría de esta jovencita.

Estudiante hasta hace poco de Silverado High School, la hija de David Acosta y Margarita Romano no cabe dentro de si de contenta.

Y es su madre quien apunta: “Nos hubiera gustado tanto, pero ya ve, esto de la pandemia no sólo enferma a miles, millones de personas, también estropea los sueños de muchos jóvenes deseosos de graduarse, de tener una ceremonia bonita, de emocionarse, de abrazar a sus padres, enseñarle el diploma, tomarse fotos.

“Pero en nuestra familia, aunque nos habíamos ilusionado con la ceremonia, tanto o más que Jocelyne, lo tomamos de la mejor manera posible, con actitud positiva”, agrega.

Juan y Martha de la Fuente, los abuelos de la recién graduada, también están emocionados, “Jocelyne es muy cariñosa, estudió mucho para pasar sus exámenes, su alegría nos contagia, estamos muy contentos... su felicidad es la nuestra”, argumentan.

Cuando platica de sus aspiraciones, de lo que quiere ser mañana, Jocelyne comenta para los lectores de El Mundo: “Mi mamá es un ejemplo para mi, me fijo en su trabajo, el amor con que lo realiza, es terapista profesional, con muchos años de experiencia, y quiero ser como ella, sostiene, primero que todo voy a estudiar para obtener un ‘bachelor’ en trabajo social.

“A veces acompaño a mamá a varios eventos, es algo bonito, muy noble, y además resulta de gran ayuda a la comunidad, en estos tiempos la cantidad de personas estresadas, que no le ven salida a sus problemas, es alarmante, y quiero estudiar para un día poder ayudarlas, escucharlas con atención y alentarlas”, precisa.

Platica de la escuela en que ha tomado clases en los últimos años, y resalta: “siento un gran cariño por mi high school, por mis maestros, todo lo que aprendí se lo agradezco, ellos saben que no los voy a olvidar, para cada uno de ellos mi respeto y admiración”.

Por su parte Romano significa: “mi niña no pudo tener la ceremonia con que ella y tantos estudiantes, tantos padres soñábamos, pero hay muchas manera de celebrar, de juntarse en familia para reconocer el esfuerzo, sin dejar de protegernos.

 

“Compartir en familia una comida, un pastel, comprar unos globos, de manera que ella sienta que estamos contentos, orgullosos por sus logros... esas acciones significan mucho, contribuyen a elevar el autoestima de los estudiantes, y de paso comprenden que su esfuerzo no fue en vano, reconocemos su labor, dedicación y disciplina, estamos muy orgullosos de Jocelyne, le queda mucho por andar, pero confiamos en ella”, concluye.

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