Más belleza para ti... El cuidado del cabello

Desde tiempos inmemoriales el cabello representa uno de los mayores encantos de la mujer. Estamos lejos de la época en que se valoraba su precio en centímetros... ahora predomina la calidad, el cuidado. Es hermoso tanto un cabello rubio y largo como uno crespo y negro.

La calidad básica del cabello los divide en secos y grasientos.

El cabello grasiento generalmente es fuerte; el cabello normal tiene cierta cantidad de aceite natural que lo mantiene con cierto lustre o brillo.

Cuando el aceite es excesivo el cabello se empolva con facilidad, es más difícil mantener el peinado, y se convierte en una calamidad, entonces necesitamos algo para mejorar su aspecto. 

Comencemos por el shampú: Conviene lavar el cabello grasiento al menos dos veces a la semana, los lavados deben ser cortos (de poco tiempo) y luego una profunda fricción con la toalla o utilizar el secador para eliminar todo resto de humedad.

Hay que evitar el shampú ‘aceitoso’, y enjuagar siempre con abundante agua, a la que sería bueno añadir un poquito de vinagre porque éste disuelve los restos del shampú.

Es aconsejable de vez en cuando acudir a un shampú que contenga huevo, además para contrarestar el cabello graso es aconsejable también disminuir el consumo de alimentos ricos en grasa.

Si el cabello es extremadamente seco quizás sea conveniente acudir al médico; por el contrario, si se trata de una ‘sequedad’ corriente, podemos acudir a fórmulas sencillas que poco a poco mejorarán su apariencia.

El cabello seco se debe lavar con menos frecuencia que el grasiento, muy bien puede ser cada ocho o 10 días, a menos que hayas estado muy expuesta al polvo.

El lavado de cabeza debe ir precedido de un ‘baño’ de aceite, que puede ser de oliva, de maní o girasol, cualquier aceite vegetal... decir baño no quiere decir un litro, basta con una cucharada o dos.

Un problema frecuente del cabello suele ser la caspa.

Se trata de una manifestación normal de ‘descamación’ del cuero cabelludo, sus motivos pueden ser resequedad o exceso de grasa en el cuero cabelludo.

La caspa se combate con el uso frecuente de shampú, cepillado intenso y masaje diario con alguna loción, si ésta contiene alcohol mejor.

La caspa por sequedad suele ser ligera, de escamillas que caen con facilidad.

 

La caída del cabello, suele ser normal, muchas veces queda enredado en el mismo cepillo, pues el cabello por si mismo se renueva, a menos que caiga en abundancia, entonces lo mejor es ir consultar a un especialista.

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