Más belleza para ti: Mucho cuidado con la caída del cabello

El peinado debe ser elegido según el tipo de rostro, y, claro, los años, pero hoy quiero ofrecer consejos a las que se quejan por la caída del cabello.

Normalmente se caen entre 80 y 100 cabellos diarios, por eso no hay que alarmarse si en el cepillo quedan unos cuantos cada día; los cabellos se renuevan de modo normal y rara vez en una mujer se presenta una verdadera calvicie.

En ciertos periodos, especialmente después del embarazo, durante la menopausia, y como consecuencia de alguna enfermedad, el cabello cae en abundancia, y conviene poner remedio a esta situación desde el principio.

Entre los consejos que puedo brindarte están los siguientes: se debe mantener el cabello bien limpio; ni el champú ni el cepillado normal favorecerán la caída, por el contrario, fortalecerán el cabello.

Evita los peinados ‘tirantes’, estilo ‘cola de caballo’ en las jovencitas; debe emplearse con cuidado los ‘rizadores’, es más, es preferible prescindir de ellos; se deben abandonar los teñidos o pintura sobre todo si no los hace un profesional; no se debe estregar el cabello luego de aplicar el champú, es mejor secarlo con ‘golpecitos’ con la toalla, y, no está demás reiterar la importancia de la dieta, procurando los alimentos más ricos en vitaminas.

Si con todas estas precauciones no mejora, o sea, observa que cada vez pierdes más cabellos, conviene visitar al médico, a quien se debe comunicar todos los antecedentes posibles, y también -es importante- precisar si padeces de nerviosismo o algún estado anímico que no favorece... lo mejor es franquearse con el especialista, éste aconsejará lo mejor y más conveniente. 

Otro aspecto a tener en cuenta es cuando el cabello se parte en la punta, algo que algunas llaman ‘horquetillas’, entonces lo aconsejable es despuntar los cabellos, y lo mejor es que esto lo haga un profesional, un buen peluquero (a).

Que el cabello se parta en la punta puede ser señal  de que hay falta de una vitamina, de que no hay una alimentación balanceada, o de que usamos un peine o cepillo que no es de la mejor calidad, vale percatarse de que las cerdas del cepillo terminen de manera redondeada.

 

(Tomado del libro Más belleza para ti, de Isabel de Amado Blanco)

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