Cumplió ocho años de dar esperanza “Freedom House”

Por Francisco ALEJANDRE

La mirada de Keith Hinchen es el reflejo de la recuperación, de la esperanza, es el reflejo de la vida sobria. Es uno de los egresados de la Freedom House, él recuperó la libertad, la oportunidad de soñar, de abrazar a su familia, a sus amigos, de disfrutar de las cosas que sólo la sobriedad permite.

La Casa de Libertad cumplió ocho años de servir a la gente que padece del flagelo, en lo que se convierten las adicciones.

“He recuperado muchas cosas, tengo un trabajo en un hotel del Strip como cocinero, esta casa me cambió la vida de una manera muy positiva, desde que crucé las puertas de esta casa sentí que me cobijaba algo superior. Decidí ingresar porque –aunque mis amigos me decían las cosas- yo alcancé a entender que mis finanzas y todo en mi vida era desordenado. Me sentía desamparado, sin ningún tipo de apoyo”, expresó entre lágrimas Keith Hinchen, agregando que “la vida en las calles es de supervivencia, es duro. Completé el programa en esta casa y luego me trasladaron al otro lado, donde se refuerza la sobriedad. Hoy en este aniversario me siento muy contento y orgulloso de instituciones como esta, de la gente que me ayudaron a ser lo que soy en la actualidad”.

Hinchen logró ir a la escuela y graduarse como Chef, algo impensable en el bajo mundo de las adicciones.

 

Otro de los que superaron y hacen un esfuerzo titánico por mantenerse sobrio fue Andrew, un joven que con valentía compartió su travesía por la Freedom House, “cuando llegué aquí era un sujeto desamparado, sin hogar y sin esperanza, aquí encontré amigos, profesionales que me ayudaron a superar poco a poco mis adicciones y tomar el control de mi persona, de mi vida, de mi destino. Todavía estoy en eso, pero cada día me siento mejor”, señaló el joven, destacando que “hace dos años y medio, no pudiera siquiera expresarme de esta manera, tengo un hijo al que quisiera servir de ejemplo, que nunca me viera drogado, tengo una novia que me quiere y me entiende, tengo un empleo que me hace sentir útil y –a la vez- que disfruto mucho, tengo un carro, tengo una vida llena de esperanza fuera de las calles”.

 

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