Desafían los republicanos a Obama en todos los frentes

Los envalentonados congresistas republicanos desafiaron al presidente Barack Obama en ambas cámaras del Congreso.

En la Cámara de Representantes votaron para revocar el programa de seguro médico impulsado por el mandatario, pero fracasaron en un intento inicial del Senado por revertir políticas de inmigración que el presidente autorizó por su cuenta.

Hubo un tercer desafío cuando líderes republicanos anunciaron que la próxima semana la cámara baja daría la aprobación final a la legislación que elimina los obstáculos para la construcción del oleoducto Keystone XL. Eso haría que Obama cumpliera su amenaza de aplicarle un veto, el primero en una nueva era de gobierno dividido.

A la larga, las escaramuzas probablemente terminarán en una derrota de los republicanos, pero sirvieron como fuerte recordatorio de su poder después de que Obama los desafió directamente el mes pasado en su discurso del Estado de la Unión y de la presentación el lunes 2 de un presupuesto que incluye impuestos más altos y nuevas áreas de gasto público.

El Partido Republicano ganó el control del Senado en las elecciones de fines del año pasado, y cuenta con su mayoría más grande en la Cámara de Representantes en casi 70 años.

En el Senado, los demócratas bloquearon el debate sobre la legislación para proporcionar fondos al Departamento de Seguridad Nacional y al mismo tiempo revocar las órdenes ejecutivas del presidente que han protegido de la amenaza de deportación a aproximadamente cuatro millones de inmigrantes que viven en el país sin permiso. La votación quedó 51-48, nueve menos de los 60 votos necesarios para que la iniciativa pueda ser sometida a análisis.

Harry Reid, líder demócrata en la cámara alta, dijo que su partido continuará bloqueando la acción sobre la medida hasta que los republicanos acepten retirar las cláusulas sobre inmigración. Dijo también que los republicanos están “jugando a la política con la seguridad nacional”.

El Departamento de Seguridad Nacional perderá una porción de su financiamiento el 27 de febrero si el Congreso no actúa antes.

Dejando a un lado la retórica, la votación parecía formar parte de una delicada danza en la que la dirigencia republicana en el Senado, consciente de que carece de los votos necesarios para aprobar la iniciativa, quería hacer una exhibición pública ante los legisladores opuestos a una reforma inmigratoria que ayudaron a aprobar la medida el mes pasado en la Cámara de Representantes. Washington. (AP).

 

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