Exoneran a policías de Albuquerque de la muerte a balazos de indigente

Albuquerque, EUA 18 Jul (Notimex).- Dos policías de Albuquerque, Nuevo México, fueron exonerados de cargos criminales por la muerte a balazos de James Boyd, un indigente con problemas mentales, en un incidente ocurrido en marzo de 2014, el cual provocó protestas ciudadanas contra el Departamento de Policía de la ciudad.

 

 

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó este martes que “después de una cuidadosa y exhaustiva revisión de los hechos que rodearon el tiroteo, los investigadores federales determinaron que no hay evidencia suficiente para probar más allá de una duda razonable una violación de la ley federal".

 

 

"La evidencia, vista en su totalidad, indica que los agentes dispararon sólo después de percibir razonablemente que Boyd planteaba una seria amenaza de daño físico a un compañero oficial", precisó la dependencia.

 

 

La determinación del Departamento de Justicia pone fin a una investigación sobre posibles violaciones de los derechos civiles por parte de los agentes de policía Keith Sandy y Dominique Pérez.

 

 

Ambos agentes se toparon con Boyd el 16 de marzo de 2014, cuando el vagabundo se encontraba en una zona no autorizada, en las afueras de Albuquerque. Varios policías acudieron al sitio y lo exhortaron a retirarse.

 

 

Un video tomado por una cámara montada en el casco de uno de los policías muestra a Boyd en los momentos en que aparentemente acordó rendirse y comienza a recoger sus pertenencias, cuando el hombre es abatido a balazos.

 

 

Sin embargo, de acuerdo con las conclusiones del Departamento de Justicia, Boyd sacó dos cuchillos de su bolsillo, y se colocó uno en cada mano.

 

 

"Los agentes estaban al tanto de la historia criminal violenta de Boyd, de sus problemas de salud mental y sus reiteradas amenazas de matar a los agentes durante el enfrentamiento", argumentó el Departamento de Justicia, concluyendo que el uso letal de la fuerza no podía ser considerado "objetivamente irrazonable".

 

 

La difusión del video en las redes sociales despertó la indignación de los residentes de Albuquerque y de otras partes de Estados Unidos.

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