El jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Mark A. Milley, tomó medidas en enero por si el entonces presidente Donald Trump intentaba lanzar un ataque nuclear; e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado.
Así lo indica ‘Peligro’, el libro de los periodistas Bob Woodward y Robert Costa, que saldrá a la venta el 21 de este mes, pero del que el diario The Washington Post y la cadena CNN adelantaron detalles.
Dos días después del asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos el 6 de enero, Milley -el general de mayor rango de Estados Unidos- convocó a los altos mandos militares a una reunión secreta y extraordinaria.
Milley les instruyó a no aceptar órdenes de nadie, a no ser que él estuviera también al tanto, en lo relativo a lanzar ataques militares o con las armas nucleares, porque temía que Trump decidiera “actuar por su cuenta”.
El general “estaba seguro de que Trump había caído en un declive mental grave después de las elecciones, y estaba maníaco, gritando a funcionarios y construyendo su propia realidad alternativa con teorías de la conspiración sobre las elecciones”.
Eso llevó al general a presionar para que cualquier decisión militar de calado pasara por él, medida que tomó en 1974 el entonces secretario de Defensa estadounidense, James Schlensinger, mientras Nixon encaraba un juicio político en el Senado.
Milley llamó a su homólogo chino, el general Li Zuocheng, para asegurarle que todo estaba “100% estable”, pese al asalto al Capitolio y a la negativa de Trump a aceptar la derrota electoral. Washington (EFE)