Honran a veterano latino que derribó a sospechoso en tiroteo en bar gay

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) anunció  que premiará con su Medalla Presidencial al veterano del Ejército de EE.UU. Rich Fierro por su heroísmo al enfrentar al sospechoso del tiroteo que dejó cinco muertos y 25 heridos en Colorado el fin de semana.

El mayor grupo hispano en EE.UU., con 93 años desde su fundación, resaltó el valor de Fierro, que ha sido reconocido como un héroe por las autoridades a cargo de la investigación del tiroteo ocurrido en un bar gay.

“Rich fue condecorado dos veces por heroísmo en combate y él es un ejemplo de lo que nuestros soldados y veteranos latinos hacen frente al peligro, aún si ello significa poner sus vidas en juego”, dijo Domingo García, el presidente de LULAC.

Fierro, de 45 años, fue miembro del Ejército estadounidense hasta 2013. Ese año se retiró con el rango de mayor tras ser condecorado dos veces con la Estrella de Bronce por heroísmo en combate.

El latino estaba dentro del Club Q de Colorado Springs con su esposa y su hija cuando el supuesto agresor, Anderson Lee Aldrich, de 22 años, entró al lugar y comenzó a disparar la medianoche del sábado.

Según las autoridades, el agresor mató a dos empleados del club identificados como Daniel Aston y Derrick Rump, así como a Kelly Loving, Ashley Paugh y Raymond Green Vance.

Green Vance era el novio de la hija de Fierro. 

Según testigos, Fierro se lanzó sobre el sospechoso, lo agarró por su chaleco antibala y lo derribó al piso donde lo golpeó con su propia pistola dejándolo ensangrentado e inmóvil.

Un comunicado de LULAC señaló que otros clientes se sumaron al esfuerzo, incluida Jessica, la esposa de Fierro.

La organización, añadió García, asignó a este ex combatiente con cuatro turnos de servicio en Irak y Afganistán la Medalla Presidencial de LULAC, “el honor más alto otorgado por la Liga en sus 93 años de historia” y además una recompensa de 5.000 dólares.

En medio de un “caos absoluto”, dijo Jessica en una entrevista con medios locales, su esposo se hizo cargo de la situación, pidiendo a alguien que llamase a la policía mientras el exsoldado luchaba con Aldrich. 

Como resultado de sus acciones, Fierro recibió heridas en las manos, rodillas y tobillos. Jessica y su hija escaparon al patio, pero aun así la mujer recibió heridas menores y la joven se fracturó una de sus rodillas. 

LULAC además condenó el ataque en el Club Q y demandó que el Congreso y el gobierno del presidente Joe Biden actúen con presteza para “hacer que los crímenes de odio de esta naturaleza sean punibles con la pena de muerte”. Washington (EFE)

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