Luisiana desvela mayor destrucción y muerte por Ida en medio de gran apagón

Al menos cuatro muertos en los estados de Luisiana y Misisipi, extensos daños aún sin cuantificar en medio de las inundaciones y la incertidumbre sobre la restauración de la electricidad a más de un millón de consumidores es el balance después del azote del huracán Ida en Estados Unidos.

Con un despliegue de miembros de la Guardia Nacional, la Cruz Roja y ayuda de varios estados, como Texas y Florida, avanzan las tareas de búsqueda y rescate de posibles víctimas, una de las prioridades, como también la remoción de escombros tras el impacto de Ida en la costa estadounidense en el Golfo de México.

El sureste de Luisiana, estado declarado como zona de desastre por el presidente, Joe Biden, fue el más devastado por las inundaciones y los fuertes vientos del potente huracán, que destruyó buena parte del cableado eléctrico, especialmente en el área metropolitana de Nueva Orleans.

La medida del gobierno federal facilita subvenciones para albergue temporal y reparaciones de vivienda, préstamos a bajo costo para cubrir propiedades que no estén aseguradas, como también otros programas para empresarios afectados.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, recorre la zonas afectadas por el huracán, entre ellas LaPlace, una comunidad en las inmediaciones de Nueva Orleans que enfrenta graves inundaciones.

SIN LUZ, NI RELIQUIA DEL JAZZ

El panorama en Nueva Orleans, que se mantiene por completo sin fluido eléctrico como parte de más de un millón de clientes de Luisiana, es devastador.

Muchos de los postes y cables de energía están bajo el agua o enredados en los árboles, algunos de estos a medio caer, y apenas avanzan las labores para identificar los daños eléctricos, lo que hace prever un largo periodo antes de la restauración del servicio.

Sometidos a un peligroso calor en la región y sin la posibilidad de aire acondicionado, algunos han salido a las calles a recoger escombros y tratar de limpiar los frentes de sus viviendas, mientras otros han aprovechado para saquear propiedades destruidas.

La ciudad además lamenta los destrozos de un emblemático edificio donde trabajó, vivió y lanzó su carrera artística un joven Louis Armstrong (1901-1971).

En un video publicado por el canal local WIAT-TV se muestra la magnitud del daño causado al edificio donde el músico trabajó para la Sastrería y Residencia de los Karnofsky, una familia judía.

De la construcción, que estuvo llena de historia relacionada con el jazz, solo quedaron un montón de escombros.

Un parte favorable de Ida fue la posibilidad de poner a prueba los principales sistemas de diques de huracanes del área de Nueva Orleans reconstruidos tras el paso del huracán Katrina en 2005.

Esta vez soportaron la fuerza de Ida, que tocó dos veces tierra en Luisiana como un potente huracán de categoría cuatro y que este martes se desplaza como depresión tropical a través del valle de Tennessee.

Por otro lado, ya comenzaron las especulaciones sobre el alza del precio de la gasolina y el llamado de las autoridades a evitar el pánico que empeora la situación.

Las autoridades evalúan el posible daño a las refinerías en Luisiana, con por lo menos nueve de ellas total o parcialmente cerradas y un 95 % de la producción de petróleo en el Golfo de México paralizada, según CNN.

La Refinería de la Alianza, cerca de Belle Chasse y que procesa diariamente más de 250.000 barriles de petróleo crudo, se inundó parcialmente después de que el agua del huracán Ida rompiera un dique que se había improvisado con grandes sacos de arena, reportó hoy el diario local The Times-Picayune.

EL ATAQUE DEL CAIMÁN

Entre tanto la lista de muertos sigue creciendo, con un total de cuatro en ambos estados, especialmente en accidentes viales debido al deterioro de las infraestructura y las inundaciones.

El vicegobernador de Luisiana, Billy Nungesser, teme un aumento de las víctimas especialmente en zonas que fueron devastadas por las inundaciones como Grand Isle y Lafitte, donde algunos se rehusaron a evacuar.

Otra de las víctimas del huracán fue un hombre que murió ahogado cuando se desplazaba en su vehículo por una vía inundada en Nueva Orleans.

Entre tanto, falleció otro hombre de 60 años tras la caída de un árbol en su vivienda en el condado Ascencion, en el área metropolitana de Baton Rouge, la capital de Luisiana.

Las autoridades tratan de hallar y confirmar la posible muerte de un quinto hombre, de 71 años, que habría sido atacado por un caimán en un área inundada en Slidell, en Luisiana.

El canal local WWLTV señaló que el hombre fue atacado en su cobertizo que se había inundado y, aunque su esposa logró rescatarlo del animal, no pudo salvarlo de las aguas ni pedir ayuda porque estaba ya sin servicio eléctrico. Miami (EFE)

 

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