El Papa Francisco tronó contra las personas que "traman el mal" contra el prójimo que confía en ellos, aseguró que esa actitud "es mafiosa" y precisó que "toda mafia es oscura".
En el sermón de su misa matutina celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, su residencia privada en el Vaticano, el líder católico instó a combatir a quien trama el mal haciendo el bien sin postergarlo, porque "el bien no se guarda en la nevera" y urge hacerlo inmediatamente.
"¿Cuántas veces la gente tiene confianza en una persona o en otra y este trama el mal para destruirlo, para ensuciarlo? Es el pequeño pedacito de mafia que todos nosotros tenemos a la mano: ¡el que se aprovecha de la confianza del prójimo para tramar el mal es un mafioso!", clamó.
"Pero, yo no pertenezco a (...) Esta es mafia, aprovecharse de la confianza (...) Y esto cubre la luz. Te obscurece. ¡Toda mafia es oscura!", agregó.
Más adelante advirtió contra la tentación y el "placer" de pelearse con todos, incluso con quienes no han hecho nada malo. Se busca -dijo- "cualquier cosita" para pelearse pero así no se puede vivir, por eso "es mejor dejar pasar, perdonar, hacer de cuenta que no se ven las cosas".
Recomendó no envidiar al hombre poderoso y no irritarse por sus éxitos, porque no es bueno tener celos y envidias de quienes "tienen cosas" o "son violentos".
"Es muy simple: los mismos gusanos que nos comerán se los comerán a ellos (los poderosos), ¡los mismos! Al final seremos todos iguales. Envidiar... ¡Ah, el poder! Tener celos (...) Esto cubre la luz", apuntó.
La víspera el Papa lanzó un fuerte llamado contra la corrupción al advertir que el hombre debe elegir entre Dios y el "espíritu del mundo", entre la lógica de la corrupción y de la avaricia y aquella de la rectitud y del compartir.
"Alguno se comporta con la corrupción como con las drogas: piensa en poderlas usar y dejarlas cuando quiere. Se comienza con poco: un manojo de aquí y una mordida de allá (...) Y entre esta y aquella lentamente se pierde la libertad", estableció.
"También la corrupción produce dependencia, y genera pobreza, explotación, sufrimiento. ¡Y cuántas víctimas existen hoy en el mundo! ¡Cuántas víctimas de esta difundida corrupción!", apuntó. Ciudad del vaticano (NOTIMEX)