Tras 15 años de los ataques del 11-S renace el Bajo Manhattan

Por Maurizio Guerrero. Corresponsal

 

Nueva York, 11 Sep (Notimex).- Tras 15 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), la zona centro de Nueva York ha registradoNueva York, 11 Sep 2016 (Notimex-Cortesía).- Tras 15 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), una radical transformación arquitectónica, comercial y social de entre lo que fueran los escombros de la mayor tragedia en la historia moderna de Estados Unidos.

Conocida como el Bajo Manhattan, la zona se ha logrado recuperar de un ataque que costó la vida de dos mil 753 personas y que apuntaba a socavar el corazón financiero internacional, encarnado en las Torres del World Trade Center, erigiendo un espacio diferente y con mayor movimiento.

De ser una zona principalmente dedicada a las finanzas, apenas a unas cuadras de la icónica Wall Street, el Bajo Manhattan ha evolucionado a una zona cada vez más residencial, poblada de gente joven y de familias, con un intenso flujo de turistas y abundancia de comercios.

De acuerdo con un informe difundido este mes por la oficina del contralor del estado de Nueva York sobre la economía local, el ataque de 2001 trajo como una de sus consecuencias un crecimiento incesante del vecindario, que continúa agregando más viviendas, espacios de oficinas y sitios comerciales.

“Hubiera sido imposible, en medio de la tragedia inefable sufrida hace 15 años, imaginar el Bajo Manhattan como lo conocemos actualmente”, expresó el contralor de Nueva York, Thomas DiNapoli.

El contralor explicó que la zona ha diversificado su base de empleos gracias no sólo a los esfuerzos de reconstrucción, sino a un ímpetu de transformación que ha conferido al vecindario, y a la ciudad, un sentido de esperanza y fortaleza.

“Los ataques terroristas permitieron forjar sólidas alianzas entre la comunidad, el gobierno y los sectores privados y sin fines de lucro que hicieron posible el renacimiento del Bajo Manhattan”, señaló DiNapoli.

Las unidades residenciales en el vecindario superan ahora las 30 mil, o más del doble de la cifra reportada en el año 2000, además de que la economía de la zona crece más rápidamente y de manera más diversificada que antes de los ataques.

El empleo del sector privado en la zona ha crecido a una tasa anual de 2.6 por ciento desde el final de la Gran Recesión originada en 2008, para sumar 228 mil 300 nuevos puestos de trabajo, lo que significa que aquí se crearon uno de cada 10 nuevas posiciones laborales de Manhattan.

El documento destacó un “dramático crecimiento del empleo” en los sectores de servicios para negocios, hoteles, restaurantes, salud y personales, lo que sustenta el desarrollo de una vigorosa comunidad residencial y atrajo en 2015 a 14 millones de turistas.

La zona, que antes lucía en buena medida desierta en los noches y los fines de semana, ahora cuenta con más del doble de los empleos que tenía en 2002 en la industria de la hospitalidad y el ocio, además de que es sede de 28 hoteles, que sumarán 38 en los próximos dos años.

Entre los nuevos edificios destacan por supuesto tres de las nuevas cinco torres que remplazaron a las Torres Gemelas del World Trade Center, con la construcción de otras estructuras programadas para inaugurarse en el año 2018.

El museo y las imponentes caídas de agua que componen el memorial para las víctimas del 11-S, por su parte, han sido poderosos centros de atracción local, nacional e internacional.

Asimismo, el espectacular centro de transporte de la estación Fulton, diseñado por al arquitecto español Santiago Calatrava, y que semeja un ave desplegando las alas sobre la ciudad, se ha convertido ya en un ícono del Bajo Manhattan.

Esa estación cuenta también con un centro comercial subterráneao con docenas de comercios y restaurantes. Asimismo, frente a la plaza donde se ubica el memorial del 11-S hay una nueva zona de comercios con boutiques de marcas de alta gama.

Tal vitalidad ha logrado atraer a residentes jóvenes y mejor educados que el promedio de la ciudad. Más de 77 por ciento de los habitantes del Bajo Manhattan tiene menos de 45 años de edad, y casi 40 por ciento cuenta con título universitario o superior, comparado con 14 por ciento en Nueva York.

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