Yellen insta a elevar el techo de deuda de EEUU con apoyo de los dos partidos

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, instó este lunes al Congreso a aumentar el techo de deuda con el apoyo de ambos partidos, en vez de utilizar un mecanismo que permitiría sacar adelante esta medida únicamente con el respaldo de los demócratas.

Yellen recordó en un comunicado que en los últimos años el Legislativo ha abordado el asunto del techo de deuda a través de "una orden regular", con un amplio apoyo bipartidista.

Subrayó que durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) demócratas y republicanos se pusieron de acuerdo sobre este tema en tres ocasiones, por lo que pidió al Congreso actuar con el apoyo de ambos partidos.

Precisamente este lunes los demócratas del Senado presentaron una iniciativa de presupuesto por 3,5 billones de dólares que no incluye disposiciones sobre una subida del techo de deuda, como algunos medios de comunicación habían adelantado la semana pasada, y que les hubiera permitido aprobarla con 50 votos, que son los que tienen en esa cámara.

El comunicado del Yellen, que constituye la primera vez que el Ejecutivo de Biden adoptar una postura sobre este tema, se produce una semana después de que expirara el acuerdo de dos años para suspender el techo de duda.

Ahora el Departamento del Tesoro usa lo que denomina "medidas extraordinarias" para que el país pueda cumplir con sus obligaciones de deuda.

Yellen avisó en julio al Congreso de que iba a tomar "ciertas medidas extraordinarias" a partir del 2 de agosto para evitar que la Administración incumpla sus obligaciones, como suspender la venta de bonos, la vía con la que Estados Unidos financia su deuda.

El presidente, el demócrata Joe Biden, tendrá que abordar este tema en otoño, o elevar o suspender el límite de endeudamiento.

Según un análisis de julio de la Oficina de Presupuesto del Congreso, las "medidas extraordinarias" impuestas por el Departamento del Tesoro permitirían tener efectivo a EE.UU. hasta octubre o noviembre, momento en el que se produciría la temida suspensión de pagos de la deuda soberana.

Estados Unidos nunca ha llegado a esa situación, pero ha estado cerca.

En 2011, con Barack Obama en la Casa Blanca, la entonces mayoría republicana de la Cámara de Representantes se negó a aprobar una ley para aumentar el techo de deuda, lo que desató el caos en los mercados financieros y llevó a que Standard & Poor's rebajara la nota de solvencia del país.

Ese episodio se ha quedado clavado en la memoria de EE. UU. y fue lo primero que vino a la mente de muchos cuando a finales de julio los republicanos del Senado amenazaron con votar en contra de un aumento del límite de deuda a no ser que los demócratas accedan a una serie de recortes. Washington (EFE)

 

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