Corroborando: La controversial visita de Peña Nieto a Cuba

 

 

 

 

 

 

Aunque un poco a toro pasado, no deja de ser interesante, sobre todo frente a sus propios seguidores, la visita del presidente de México Enrique Peña Nieto a Cuba, con motivo de la reunión de la CELAC, según versiones de sus más cercanos colaboradores, para calmar y darle un poco de gusto a la izquierda de México, después de las audaces reformas constitucionales hechas bajo su mando. Visita que ha provocado en general, más disgusto que satisfacciones, incluso repetimos, entre sus más cercanos seguidores, más que nada por el gusto demostrado por el joven presidente al estrechar la mano del legendario dictador, admiración pensamos un tanto morbosa, expresada a pesar de él mismo no haber nacido todavía, cuando Fidel Castro ya se había apoderado de la isla.

Por lo mismo, como señalan algunos de sus críticos y los que presumen que se las saben todas, “resulta muy extraño esa actitud de nuestro Presidente, quien habiendo sido elegido democráticamente, se entusiasma de esa forma con un personaje que representa todo lo contrario, además de sostener un régimen pasado de moda, anacrónico y obsoleto”.

Y rematan los que seguramente no fueron invitados a esta gira, diciendo: ¿Cómo creerle ahora al Presidente, cuando hable de democracia y derechos humanos, si admira a quien nunca los ha respetado?

EN 60 AÑOS, NUEVE PRESIDENTES DE MÉXICO Y DIEZ DE EU

Y haciendo  un poco de lo que ya es historia, en punto de las 19 horas, Dalia Soto, cónyuge de Fidel Castro Ruz, recibió al presidente de México, Enrique Peña Nieto, acompañado de su canciller Antonio Meade, en la casa que la pareja habita al oeste de la Habana, cerca de la marina Hemingway, a 40 minutos del centro de la capital isleña. El líder cubano portaba unos pants azules de la marca Adidas y una camisa desfajada y tenis negros.

“Como va México”, soltó Fidel a Peña, aludiendo que tenía conocimiento de que había cambios importantes en las leyes mexicanas. El Presidente mexicano explicó el proceso de aprobación de las leyes que denomina cambios estructurales, siendo enfático en decirle a Castro que su visita obedecía al interés por reafirmar los lazos históricos de hermandad con Cuba, lo que dio pie para que el dictadorazo entrara al baúl de los recuerdos y reseñara parte de sus andanzas en México. Fue la hora del recuerdo, prolongando su comentario para recordar su relación con el ex presidente General Lázaro Cárdenas, del que habló elogiosa y agradecidamente. Como se recordará, este ex presidente ayudó a financiar la exitosa aventura del Granma.

Después de más de una hora, Peña y Meade se despidieron y Fidel volvió a incorporarse con lentitud, dando otro abrazo afectuoso al Presidente mexicano, despidiéndose con un “mucho gusto” mientras apretaba su mano, la del noveno presidente mexicano, desde López Mateos hasta Peña Nieto, así como diez norteamericanos en funciones, desde el Gral. Eisenhower hasta Obama, que Castro ha conocido en sus 60 años en el poder. Como la ve desde ahí.

Mientras tanto en México las críticas por esta visita se acumularon y se dejaron sentir, sobre todo cuando se supo, primero, que no había visitado ni recibido a ningún miembro de la oposición, sobre todo a las ya populares en México Damas de blanco. Y lo más extraño, tampoco hubo entrevista con ningún medio representante de la llamada prensa libre que se supone existe en México. Pero, y todavía lo peor. Cuando se supo que había condonado el 70 por ciento de la deuda de $500 millones de dólares que Cuba tiene con México desde hace varias décadas.

La versión oficial cubana divulgada por el periódico “Granma”, único medio permitido en la isla, dijo que “hubo coincidencia entre Fidel y Peña acerca de los peligros que amenazan a distintas regiones del mundo, y en particular fue significada la importancia de luchar por el desarme nuclear, así como consolidar a América Latina y el Caribe, como una zona de paz.” Motivo principal de esta junta de la Celac, que como todas estas reuniones, solo sirven para “tomarse la foto.”

En conclusión, Peña Nieto, una de dos, o se reunió con el dictador para morbosamente decir que él también ha conocido a éste, indudablemente histórico personaje. O de veras en su interior admira el régimen que impera en el “Único territorio libre de América,” aunque en conclusión, en México ni los más izquierdosos han estado de acuerdo en la forma en que se llevó a cabo ésta visita.  

 EL CONGELANTE SÚPER “MARIGUANA” BOWL

Y otra vez a toro pasado. Lo que nunca nos explicaremos acerca del llamado Super Bowl o “Mariguana bowl”, como lo llamaron algunos por participar dos estados en donde es legal la para muchos la “yerba santa”, y en cuyo enfrentamiento figuraron jugadores provenientes de donde se permite andar “pachecos” sin violar ninguna ley. Nos preguntamos la razón del masoquismo imperante para efectuar este encuentro en temperaturas congelantes. Y lo peor, el pagar miles de dólares por un asiento, para presenciar este juego con las nalgas hechas hielo. Sobre todo contando ese bendito país con lugares en donde las temperaturas son más agradables, como son la Florida o California por nombrar unos cuantos. Estas, por supuesto, son reflexiones del que esto escribe, quien perdió $100 apostándole a los Broncos, dando además 2 puntos de ventajas a favor de los Halcones de Seattle, pero al mismo tiempo recuerda el año que pasó titiritando de frío, cuando fuimos a abrir, al mando del compadre Salvador Domenech, el Caesars Palace de Atlantic City en New Jersey.

Nos explican los que dicen que saben, que la razón por la que se efectuó este encuentro en ese gélido lugar, es porque se invirtieron $1,100 millones de dólares para construir ese super estadio Met-Life, con servicios de hotel y toda la cosa a costos estratosféricos, pero... ¿y por qué diablos  no lo techaron?, como el Álamo Dome... Y conste, no es porque estemos ardidos.

Y sin otra cosa más, ya seguiremos... Corro...borando.

 

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