Editorial: Adentrarse en un mundo maravilloso

El venidero 2 de abril debe ser, por derecho propio, uno de los días más relevantes en Estados Unidos, México, China, Rusia, Cuba, Brasil, la India... en todas partes, sencillamente es el ‘Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil’, casi nada.

Qué mejor entonces que proseguir trayendo a colación algunas frases del que se considera el libro poético infantil más importante de todos los tiempos: El Principito, escrito por Antoine de Saint-Exupéry, sin dudas uno de esos libros imprescindibles que todos deben leer y cuya lectura no deja a nadie indiferente.

‘Todos los adultos fueron niños, pero de eso pocos se acuerdan’, subraya Saint-Exupéry, lo cual es una verdad tan grande como una casa. Este 2 de abril es una fecha excelente para decirle a los hijos que pongan a un lado el teléfono, la tablet, y leerles aunque sea el primer capítulo de ‘El Principito’.

Qué les parece esto: “Cuando uno está muy triste son agradables las puestas del sol”. O esto otro: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”.

No existe la menor duda de que ‘El Principito’ llegó para quedarse, para resistir el paso del tiempo, pasar de generación en generación con su marcada carga de enseñanzas y consejos útiles... para todos.

Es muy posible que por la vorágine de la vida, el trabajar para pagar, los cuidados que exige la salud, los hijos, el trabajo, la familia que está lejos, usted no tiene tiempo para leer ni siquiera las noticias deportivas o de la farándula, sin embargo ‘El Principito’ es otra cosa, algo que no se puede poner a un lado. Basta ojearlo para que sea una compañía de toda la vida. Tan importante y útil es.

De los 365 días del año, de sus más de ocho mil 700 horas, tómese media hora, o unos 15 minutos (para no exagerar) y lea, léale a su hijo (s) las primeras líneas de este hermoso libro, deje que él lo atrape, al final usted dará las gracias.

No eche el consejo anterior en saco roto. A estas alturas del juego, en medio de tanta frialdad e indiferencia, con cientos, miles, millones de personas literalmente metalizadas, vale reflexionar y meditar sobre sentimientos humanos como el amor... a través de ‘El Principito’.

“Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser; date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú”.

Cada frases de este libro trae consigo una instrucción, casi como un manual para la vida, no por gusto es imprescindible: “Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió”.

Con certeza, las palabras son insuficientes para describir la influencia de ‘El Principito’, a punto de cumplir 76 años. Cómo catalogarlo, en tres palabras: No tiene desperdicio. O en una sola: magia.

Es un libro o cuento infantil para adultos, donde se dan las manos la inocencia y la sabiduría. Aquí van dos datos: se ha traducido en más de 300 idiomas, es uno de los tres libros más traducidos del mundo.

La invitación a leerlo, recuerde, se la hizo su semanario El Mundo. 

 

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