Editorial: Los bosques... amigos necesarios

El pasado jueves 22, hace tan sólo unas horas, se celebró en todas partes el ‘Día Internacional de los bosques tropicales’, algo de importancia capital, porque sencillamente ellos sostienen la vida.

La última frase no constituye ni remotamente una exageración. Los bosques sanos limpian el aire y regulan el clima, benefician a las personas, a las plantas y a los animales por todo el trabajo invisible que realizan como almacén de carbono. Por otro lado también ayudan a controlar el clima del planeta y las precipitaciones.

No hay dudas de que los bosques propician ecosistemas esenciales para el equilibrio de la vida en el planeta.

El objetivo primorial de la declaración del 22 de este mes como ‘Día de los bosques tropicales’ es crear conciencia sobre la necesidad de proteger, restaurar y gestionar de manera sostenible los bosques del mundo.

Uno de los principales enemigos es la tala indiscriminada, si bien ellos son indispensable por su significativo aporte de madera, destinada a la construcción.

El impacto más dramático que trae consigo la tala es la pérdida del hábitat de millones de especies, no puede perder de vista que el 70 por ciento de los animales y platas que viven en el bosque no pueden sobrevivir a la deforestación, pues ésta destruye su medio. La deforestación es un factor a tener en cuenta en lo relacionado con el cambio climático.

Los bosques son la fuente principal de la materia prima para la producción de papel, en tal sentido los más afectados son los llamados bosques primarios, esos que no han sido alterados por el hombre, y ahí salen a relucir los bosques tropicales o las selvas, por eso también cobra mayor importancia el reciclar de manera correcta.

El papel es una lámina fina que se extrae principalmente de la celulosa que se extrae de la madera. La producción de papel provoca sin dudas un impacto en el planeta, está directamente relacionada con la tala indiscriminada de árboles.

Reciclar papel es sencillo, es un gesto que contribuye a revertir, mitigar el deterioro que experimenta el planeta. Cada vez se utiliza más papel y cajas de cartón para el floreciente negocio on line.

De lo anterior se desprende que es imprescindible sembrar, una proporción más o menos correcta indica que por cada árbol talado se deben sembrar tres, es una manera de paliar un tanto el deterioro que sufre el planeta y los cambios del medio ambiente. Reciclar cobra importancia capital, una caja de cartón reciclada puede dar paso a otra.

Pese a todo, se recuperan hectáreas de bosques, se hace un esfuerzo en pos de favorecer lo que muchos denominan ‘locomotora con impulso verde’. Urge hacer mucho más por la salud de los bosques, por impedir que se tale de manera indiscriminada... reciclar es un gesto hermoso, tiene mucho de noble, pero sembrar es aún mejor.

Enseñar a los menores a reciclar, que conozcan la importancia de los bosques, resultan tareas de primer orden, que no se pueden descuidar, por el bien del hombre y del planeta, algo impostergable.

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