Editorial: Salud mental... la comprensión de todos

Este domingo 10 está señalado -desde hace casi dos décadas- como el ‘Día Mundial de la Salud Mental’, el objetivo fundamental es que cada vez sea mayor el número de personas que tomen conciencia de un problema que afecta a millones, sin distinción de sexo, edad y nacionalidad.

En tal sentido unen esfuerzos la Federación Mundial para la Salud Mental y la OMS, y la prioridad es encausar estrategias que sirvan de apoyo a las personas afectadas, de manera que puedan curarse o al menos aprender a vivir con la enfermedad.

Por otro lado se lleva a efecto un esfuerzo significativo para diagnosticar trastornos mentales en edades tempranas, con la intención de evitar problemas derivados, como puede ser, por ejemplo, el suicidio.

Durante años, en ocasión de la fecha se han abordado diferentes temas vinculados a la salud mental, entre ellos desordenes emocionales en niños y adolescentes; las enfermedades mentales y el suicidio; el mundo de la cultura y la diversidad; la salud física; la depresión; viviendo con esquizofrenia; la salud mental y las enfermedades crónicas...

El año pasado (2020) fue dedicado a la salud mental  y el Covid 19, con un empeño marcado en mantenerse saludable a nivel mental, y desde entonces a la fecha se hacen loables esfuerzos con la intención de evitar contagios.

Los expertos consideran que semanas de confinamiento, el trabajar o tomar lecciones desde casas, la limitación de movimientos, menos (o ninguna) reunión familiar o con amigos, si bien contribuyen a evitar la propagación, también pueden tener efectos en la salud mental, más tratándose de una pandemia que suma ya alrededor de cinco millones de fallecidos.

Por si fuera poco, destacan, la información obsesiva de los medios provoca que algunas personas no puedan -se les haga difícil- mantener la cordura.

En todo momento la indicación es atenerse a la información de medios cuyas informaciones se atengan a los criterios e indicaciones de las autoridades de la salud, además de seguir rutinas como la alimentación sana, las suficientes horas de sueño, el mantenerse activos...

Los especialistas cuando se refieren a síntomas de enfermedades mentales en los adultos subrayan: los sentimientos de tristeza o desánimo; las preocupaciones o temores excesivos; los altibajos en el estado de ánimo o humor; pensamientos confusos; poca capacidad de concentración; el cansancio o poca energía.

Por otro lado ya se sabe que la adolescencia es una edad que puede tornarse difícil para los padres de familia, en los tiempos que corren, en que resultan alarmantes las cifras de suicidio entre adolescentes y jóvenes, conviene estar atentos a las señales o síntomas.

La pérdida de autoestima; dormir excesivamente (mucho más de lo habitual); pérdida de interés en pasatiempo favoritos; cambios bruscos de personalidad; llanto inesperado, aislamiento... 

 

Por lo general si una persona con problemas mentales se vuelve aislada, frustrada, es importante informar que existen líneas de ayuda. Comprender es un aspecto clave.

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