Editorial: Ver más allá de la discapacidad

Creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que viendo, no ven.        José Saramago

El pasado 4 se celebró, por tercer año consecutivo, el ‘Día Mundial del Sistema Braille’, con el objetivo primordial de llamar la atención lo relevante del braille como medio de comunicación, más que todo para la plena materialización de las personas ciegas o que padecen discapacidad visual.

La mencionada fecha es también el justo reconocimiento al francés Louis Braille, creador del sistema de escritura que lleva su nombre, y del que se valen millones de personas en el mundo para comunicarse. El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos.

En más de una oportunidad, tanto por la radio como en las páginas de este semanario, el periodista ecuatoriano Edwin Saldarriaga, ha puesto literalmente sobre la mesa la necesidad de mayor y mejor atención a las personas ciegas o con discapacidad visual, sin dejar de instar a los invidentes a superarse, precisamente utilizando el sistema braille.

“Para nosotros, reitera, es indispensable conocer, estar informado, y en tal sentido aprender a escribir y leer por el sistema braille adquiere importancia capital.

Ante el Covid 19 (y sus variantes), la pandemia que azota al mundo desde marzo del 2020, se torna aún más necesario para las personas privadas de la visión o que afrontar esa discapacidad, el valerse del mencionado sistema.

Si en circunstancias normales, apunta Saldarriaga, las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de acceder a la atención sanitaria, la educación, un empleo, hacer más vida de conjunto con la comunidad, bajo el confinamiento provocado por el virus la situación se tornó en extremo cruda, difícil, compleja… muchas de esas personas se valen del tacto para ganar un tanto en independencia y hacer valer sus habilidades y hasta para dar a conocer sus necesidades   

La pandemia, argumenta, ha puesto de manifiesto la importancia fundamental brindar (y acceder) a información esencial en formatos accesibles, incluido por supuesto el sistema braille y en formatos audibles, para que los ciegos, o las personas con discapacidad visual puedan estar al tanto de lo que sucede, y en tal sentido la información cobra valor esencial.

De lo contrario, asegura, muchas personas con discapacidad podrían correr un mayor riesgo de contagio debido a la falta de acceso a directrices y precauciones para protegerse y reducir la propagación de una pandemia. El COVID-19 también ha revelado la necesidad de intensificar todas las actividades relacionadas con la accesibilidad digital para garantizar la inclusión digital de todas las personas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de mil 300 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad visual, para ellas es imprescindible aprender el sistema braille, estar informadas.

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